lunes, 10 de marzo de 2008

Pretexto panista... eso SÍ que suena lógico

Siguendo la pista a la increíble y triste historia de la guerrillera mentirosa y los panistas desalmados, dos notas de La Jornada del domingo 9 de marzo (por cierto, abro el paréntesis para aplaudir a los padres de Juan González del Castillo, quienes se ve que conocen bien al pedazo (en ambas connotaciones) de imbécil que gobierna este país y están resueltos a acudir a instancias internacionales para denunciar el crimen del que fue objeto su hijo, ya que -obvio- prevén nula atención a su caso por parte de la porquería de enano que hace como que gobierna México):

■ Legisladores condenan la “afrenta” a la casa de estudios

Vincularla con las FARC, pretexto panista para descalificar a la UNAM

Roberto Garduño, Emir Olivares y Martín Diego (Reporteros y corresponsal)

El gobierno mexicano “investiga y recopila toda la información” acerca de la presunta participación de ciudadanos mexicanos en campamentos de las FARC, señaló el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, mientras que diputados de PRI, PRD, Convergencia y PT sostuvieron que las versiones que vinculan a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) con la guerrilla colombiana “es una afrenta a la más importante casa de estudios de América Latina y golpea, una vez más, la autonomía de la universidad pública”.

Por su parte, diversas organizaciones no gubernamentales (ONG) y estudiantes universitarios señalaron que la campaña contra la máxima casa de estudios “es un intento por condenar el modelo universitario público”.

Al clausurar la 37 reunión nacional de legisladores locales del PAN, Mouriño indicó que en su momento la Secretaría de Relaciones Exteriores dará una postura oficial sobre el hecho: “es sin duda un tema delicado y hay que ser muy serios y reforzar esta investigación, por tanto estamos en etapa de integrarla”.

El diputado perredista Juan Guerra Ochoa argumentó que en los pasados ocho años la UNAM, su historia y su innumerable lista de logros científicos y académicos “se han constituido en un obstáculo para la política neoliberal que pretende privatizar ferozmente todas aquellas actividades a las que el Estado tiene obligación de dar respuesta”.

Añadió que la permanencia de estudiantes y egresados universitarios en la frontera entre Ecuador y Colombia, en particular en un campamento de las FARC, ha servido de pretexto para remprender “una torpe campaña mediática, alentada por algunos medios de comunicación afines al régimen panista, que pretende ubicar a la UNAM como núcleo de rebeldes”.

El priísta Samuel Aguilar descalificó las versiones “que ofenden a nuestra universidad, a su comunidad y a la inteligencia de la mayoría de los ciudadanos mexicanos”. Acusó al sector más conservador de la sociedad mexicana de pretender hacer uso de un lamentable hecho de violencia ocurrido en esa frontera, como instrumento de desprestigio.

El presidente de la Comisión de Marina, José Manuel del Río, calificó de superfluos los señalamientos que relacionan a los universitarios con la guerrilla en Colombia: “una acusación de tal magnitud sólo puede tener un origen, el conservadurismo y mediocridad de los panistas”.

Silvano Garay, del PT, dijo que la postura “de algunos medios de comunicación retrógrados y de derecha, representa la suma de los intentos de descrédito que el gobierno panista pretende, en cualquier oportunidad, aplicar a una institución tan seria y confiable como lo es la UNAM”.

En tanto, en conferencia de prensa, la Red Nacional de Monitores de Derechos Humanos –conformada por diversas ONG– y diversos colectivos estudiantiles manifestaron su molestia y preocupación por la campaña negativa que se ha lanzado desde diversos sectores en contra de la UNAM y sus estudiantes a raíz de la presencia de universitarios en el campamento de las FARC, con el objetivo de “criminalizarla”.

Los activistas subrayaron que ninguno de los jóvenes universitarios que se presumiblemente se encontraban en el campamento de las FARC han cometido delitos en México, sino que al contrario, “todos” están vinculados con la defensa de la gratuidad educativa.



■ Confirma la presencia de sólo cinco connacionales, que “asistieron a un acto académico”

Ministro ecuatoriano asegura que Lucía Morett ingresó a ese país en forma legal

■ Gustavo Larrea critica información distorsionada de “los supuestos servicios de inteligencia”

Blanche Petrich

El ministro de Seguridad Interna y Externa de Ecuador, Gustavo Larrea, aseguró anoche que Lucía Morett, la mexicana que cayó herida en el campamento de las FARC en la zona fronteriza de Sucumbios, ingresó legalmente, con su pasaporte en regla y en calidad de turista, por el aeropuerto internacional Mariscal Sucre de Quito, “al igual que los otros cuatro ciudadanos mexicanos”; estos últimos, se presume, murieron durante el bombardeo de las fuerzas armadas colombianas.

“Todos ingresaron el mismo día. Tenemos copias de sus pasaportes. Luego de su llegada participaron en un acto académico en la ciudad de Cuenca que se dio los primeros días de febrero; luego hicieron turismo por la costa ecuatoriana, participaron en un curso en la Universidad Central de Ecuador y viajaron a la zona el día 29, a la Amazonia ecuatoriana, y la madrugada del 1º de marzo suponemos que cuatro murieron en el bombardeo y esta chica, Lucía, quedó herida. Tenían pasajes de retorno, confirmados, en una agencia de viajes; uno es para el día 5 de marzo y otros para el día 11”.

La información proporcionada por el ministro Larrea a este diario en entrevista telefónica desmiente versiones de supuestas “fuentes de inteligencia estadunidense” que filtraron que Lucía Morett habría viajado antes a Colombia e ingresado clandestinamente a territorio amazónico ecuatoriano.

Larrea, vocero del gobierno del presidente Rafael Correa para los asuntos relacionados con la caída de ciudadanos mexicanos en el ataque militar de Colombia, procede con cautela a la hora de confirmar la identificación de los estudiantes Verónica Natalia Velásquez Ramírez, Fernando Franco Delgado, Soren Ulises Avilés Ángeles y Juan González del Castillo, a pesar de que, también en horas de la noche, la Secretaría de Relaciones Exteriores envió un comunicado confirmando la identidad de este último.

“Esperamos que en el transcurso de las próximas horas o días pueda México hacernos llegar copias de huellas dactilares y pruebas de ADN para, inmediatamente, proceder a la identificación y a la repatriación de los cadáveres”, indicó.

De nueva cuenta, Larrea insistió en que son sólo cinco los mexicanos que se encontraban en el campamento donde fueron muertos los comandantes de las FARC Raúl Reyes y Olga Marín, así como otras veinte personas.

Añadió que una de las familias, la de González del Castillo, ya llegó a Quito y se espera que pueda hacer el reconocimiento del cuerpo. “El problema es que los cadáveres están, pues… después de un bombardeo. Para muchos de ellos no es fácil la identificación. El resto de las familias aún no han llegado, se espera que lo hagan en estos días también.”

En relación con las versiones de supuestas fuentes de inteligencia que ubican a la joven estudiante Lucía Morett como un cuadro que recibía entrenamiento de las FARC en Colombia, Larrea comentó que se trata “de un error más de los supuestos servicios de inteligencia o de la prensa. Con eso se hace daño a una persona innecesariamente”.

Además desmintió una versión similar sobre el arresto, en Quito, de otro mexicano apodado Dagoberto. “No hay ningún ciudadano mexicano detenido”, insistió.

Una razón más para apoyar a la izquierda libre en el 2008.

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