viernes, 31 de octubre de 2008

I still have a dream...

Mis más sentidas disculpas a los lectores de este espacio porque no he tenido oportunidad de atenderlo como debiera, pero ya ven que entre el trabajo, estar aprendiendo dos idiomas, tomar un diplomado, preparar un proyecto de posgrado, asistir a las asambleas de la RCP, y rascarme la panza deseando convertirme en una paupérrima vendedora de chácharas en Coyoacán (en lo que todo miembro del movimiento encabezado por AMLO anhela convertirse y convertir a los demás), no me queda mucho tiempo para escribir. Espero tener un tiempito en el fin de semana para atender el changarro como se debe.

Mientras tanto, les dedico a mis amiguis derechosos, "con el cariño de siempre" (=P, ya veo cómo aplica el concepto de "hipnopedia" en el sistema actual, je je, pero al menos me doy cuenta, no como OTROS..), la siguiente entrevista de Peter Jay a Noam Chomsky con respecto al proyecto social que le es más afín: el anarquismo o socialismo libertario (proyecto con el que concuerdo perfectamente). Léanlo y salgan del cuadradito de mediocridad e intrascendencia en el que están sumidos todo el tiempo (aunque les duela un poco, ya que han demostrado hasta el cansancio que aman mucho el encierro en dicho cuadradito), y del que, aunque no lo crean, me alegraría mucho verlos salir.

P.D. Nada más quiero dar por sentado que el tema del petróleo es un tema que el movimiento de AMLO ganó por partida doble, aunque el país, gracias al PRIAN, haya perdido mil veces en soberanía e independencia con la rendija abierta a la intervención extranjera en la "deforma" que se aprobó finalmente.

1) Ganamos porque, aunque el enano se haga el tonto y diga que es "su" reforma, TODO MUNDO SABE QUE APENAS Y QUEDARON ALGUNAS RUINAS DE LAS PENDEJADAS QUE PROPUSO AL PRINCIPIO, y más bien se lograron incorporar casi todas las propuestas del Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo.

2) Si hubiéramos aceptado que la reforma era "perfecta" por lo que habíamos logrado, aparte de denunciarnos como conformistas y mediocres (valores más importantes para la derecha, y de hecho por lo que el enano ha felicitado a cierta gente), habríamos reconocido la legitimidad de las instituciones CORRUPTÍSIMAS que nos gobiernan actualmente, de modo que nos habríamos traicionado nosotros mismos y "adiós" movimiento de resistencia. Eso era lo que la derecha quería: que nos destruyéramos nosotros mismos sin darnos cuenta, en pro de los valores mediocres y alienados que imponen a la población y que disfrazan de ñoñeces como "acuerdos", "negociación". Pero ¡éjele!, ¿¿qué creen?? ¡¡¡QUE LES FALLÓ!!! Quedó al descubierto que quien dicta los temas nacionales en el país es el movimiento democrático de AMLO; quedó al descubierto la importancia que tiene su opinión para toda la gente (ya sea que lo vean con buenos ojos o no); también quedó al descubierto quién es quién en la izquierda mexicana, y por último, quedó más que patente LA VIGENCIA Y PERMANENCIA DEL MOVIMIENTO DE RESISTENCIA CIVIL PACÍFICA QUE TRABAJA POR LA DEMOCRACIA DESDE 2006. Desgañítese la derecha todo lo que quiera en decir que Andrés Manuel está muerto políticamente. Lo reiteran (es la reacción psicológica general de la derecha) porque en el fondo LO ÚNICO QUE TRATAN ES DE CONVENCERSE ELLOS MISMOS, YA QUE LA REALIDAD INDICA TODO LO CONTRARIO. Así que, nuevamente, SONRÍAN LOS QUE ESTÁN EN LA LUCHA, PORQUE ¡¡¡GANAMOS DOBLE!!!

Y ahora sí, aquí va la entrevista.


SOBRE LA SOCIEDAD ANARQUISTA

Conversación con Peter Jay.

P.J.: Profesor Chomsky para empezar quizá sería lo mejor que tratara de decirnos qué es lo que no se ha de entender por anarquismo; la palabra anarquía, como es sabido, proviene del griego y significa literalmente sin gobierno, pero supongo que quienes hablan de anarquía o de anarquismo como sistema de Filosofía política no quieren con eso decir simplemente que son partidarios de que a partir del 19 de enero del año que viene, pongamos por caso, deje de existir de repente todo gobierno tal como hoy lo entendemos y que ya no habrá ni policía ni normas de la circulación, ni leyes ni recaudadores de impuestos y ni siquiera servicios de correos, teléfonos y telégrafos, etc. Me imagino que con esas palabras entienden algo más complicado que todo eso.

Chomsky: Bueno, entendámonos; le digo sí a algunas de sus cuestiones y no a otras. Lo más probable es que los defensores de la anarquía o del anarquismo sean partidarios de que no haya policía, pero no de que deba prescindiese de las normas del tráfico. Yo querría empezar diciendo que el término anarquismo abarca una gran cantidad de ideas políticas y que yo prefiero entenderlo como la izquierda de todo movimiento libertario. Desde estas posiciones podríamos concebir el anarquismo como una especie de socialismo voluntario, es decir: como un socialismo libertario, o como un anarcosindicalismo, o como un comunismo libertario o anarquismo comunista, según la tradición de Bakunin, Kropotkin y otros. Estos dos grandes pensadores proponían una forma de sociedad altamente organizada, aunque organizada sobre la base de unidades orgánicas o de comunidades orgánicas. Generalmente, por estas dos expresiones entendían el taller y el barrio, y a partir de este par de unidades orgánicas derivar mediante convenios federales una organización social sumamente integrada que podría tener alcances nacionales e internacionales. Toda decisión, a todo nivel, habría de ser tomada por mayoría sobre el terreno y todos los delegados representantes de cada comunidad orgánica han de formar parte de ésta y han de provenir de la misma, a la cual han de volver y en la cual, de hecho, viven.

P.J.: Así que no se trata de una sociedad en la que no haya, literalmente hablando, gobierno, sino más bien de una sociedad en la que la dirección principal de la autoridad viene de abajo. Contrariamente a las democracias representativas tales como las que existen en Estados Unidos y en Gran Bretaña que adoptan una forma de autoridad de arriba abajo, aunque en última instancia decidan los votantes.

Chomsky: Esa democracia representativa estadounidense o británica la critica un anarquista por dos razones. Primero porque se ejerce un monopolio del poder centralizado en el Estado y, segundo -críticamente hablando-, porque la democracia representativa está limitada a la esfera política sin extender de un modo consecuente su carácter al terreno económico. Los anarquistas de la tradición a que aludimos siempre han creído que el control sobre la propia vida productiva es la condición sine qua non de toda liberación humana verdadera, de hecho, de toda práctica democrática significativa. Es decir, que mientras haya ciudadanos que estén obligados a alquilarse en el mercado de mano de obra a quienes interese emplearlos para sus negocios, mientras la función del productor esté limitada a ser utensilio subordinado, habrán elementos coercitivos y de opresión francamente escandalosos que no invitan ni mucho menos a hablar en tales condiciones de democracia, si es que tiene sentido hacerlo todavía.

P.J.: ¿Da la historia ejemplos duraderos y a cualquier escala un tanto sustancial de sociedades que se hayan aproximado al ideal anarquista?

Chomsky: Sí, han existido sociedades cuantitativamente pequeñas que creo han logrado bastante realizar ese ideal, aparte de que da la historia ejemplos de revolución libertaria a gran escala de estructura principalmente anarquista. Pero volviendo a lo primero, personalmente creo que el ejemplo tal vez más dramático es el de los kibbutzim israelíes, los cuales durante un largo periodo estuvieron realmente regidos por principios anarquistas, es decir: autogestión, control directo de los trabajadores en toda la gestión de la empresa, integración de la agricultura, la industria y los servicios, así como la participación y prestación personales en el autogobierno. Me atrevo a afirmar que tuvieron un éxito extraordinario en casi todas las medidas que tuvieron que imponerse.

P.J.: Pero seguramente estaban, y aún lo están, encuadrados esos kibbutzim en el marco de un Estado tradicional que les garantiza cierta estabilidad fundamental.

Chomsky: No siempre ha sido así. La historia de los kibbutzim es bastante interesante a este respecto. Sólo desde 1948 están engranados en la maquinaria de un Estado convencional. Antes sólo obedecían a los imperativos de un enclave colonial y, en realidad, existía una sociedad subyacente, mayormente cooperativista, que de hecho no formaba parte del sistema supraestructural del mandato británico, sino que funcionaba subrepticiamente fuera del alcance de este mandato. Y aun hasta cierto punto, esa sociedad cooperativista sobrevivió a la fundación del Estado de Israel, pero -naturalmente- acabó por integrarse en él perdiendo así, a mi parecer, gran parte de su carácter socialista libertario la región de los kíbbutzim israelíes, por razón del proceso político que la misma fundación de una nación acarreaba, amén de otros procesos acarreados por la historia de la región en su coyuntura internacional que no hay por qué tratar aquí.
Sin embargo, como instituciones socialistas libertarias en funciones, creo que los kíbbutzim israelíes pueden pasar por un modelo interesante y sumamente apropiado para sociedades industriales avanzadas en la medida en que otros ejemplos existentes en el pasado no lo son.
Un buen ejemplo de revolución anarquista realmente a gran escala -de hecho el mejor ejemplo que conozco- es el de la revolución española de 1936, durante la cual, y en la mayor parte de España republicana, se llevó a cabo una revolución anarquista (o eminentemente inspirada en el anarquismo) que comprendía tanto la organización de la agricultura como de la industria en extensiones considerables, habiéndose desarrollado además de una manera que, al menos visto desde fuera, da toda la impresión de la espontaneidad. Pero si buscamos las raíces más hondas y sus orígenes, caemos en la cuenta de que ese resultado es debido a unas tres generaciones de abnegados militantes organizando sin cesar, experimentando, pensando y trabajando por difundir las ideas anarquistas entre vastas capas de la población en aquella sociedad eminentemente preindustrial, aunque no preindustrial del todo. También esta experiencia tuvo gran éxito, tanto desde el punto de vista de las condiciones humanas como de las medidas económicas. Quiere decirse que la producción continuó su curso con más eficiencia si cabe; los trabajadores del campo y de la fábrica demostraron ser perfectamente capaces de administrar las cosas y administrarse sin presión alguna desde arriba, contrariamente a lo que habían imaginado muchos socialistas, comunistas, liberales y demás ciudadanos de la España republicana (¡por no hablar de la otra!) y, francamente, quién sabe el juego que esta experiencia habría podido dar para el bienestar y la libertad del mundo. Por desgracia, aquella revolución anarquista fue destruida por la fuerza bruta, a pesar de que mientras estuvo vigente tuvo un éxito sin precedentes y de haber sido, repito, un testimonio muy inspirador en muchos aspectos sobre la capacidad de la gente trabajadora pobre de organizar y administrar sus asuntos de un modo plenamente acertado sin opresión ni controles externos o superiores. Ahora bien; en qué medida la experiencia española es aplicable a sociedades altamente industrializadas, es una cuestión que habría que investigar con todo detalle.

P.J.: Lo que aparece claro para todo el mundo es que la idea fundamental del anarquismo se ancla en la prioridad del Individuo -no necesariamente aislado, sino precísamente junto con otros individuos- y la realización de su libertad. Esto nos suena a lo que proclamaban los fundadores de los Estados Unidos. ¿Qué ha pasado con la experiencia estadounidense que ha hecho de aquella libertad invocada por dicha tradición una palabra sospechosa y hasta corrompida en los oídos de los pensadores anarquistas y de los socialistas libertarios como usted?

Chomsky: Permítame aclarar ante todo que yo no me considero un pensador anarquista. Digamos que soy un compañero de viaje por derivación, del anarquismo. Siempre se han expresado los pensadores anarquistas muy favorablemente respecto a la experiencia estadounidense y al ideal de la democracia jeffersoniana. Ya sabe que para Jefferson el mejor gobierno es el que gobierna menos, o la apostilla a este aforismo de Thoreau según la cual el mejor gobierno es el que no gobierna nada en absoluto. Ambas frases fórmulas las han repetido los pensadores anarquistas en toda ocasión y a través de los tiempos desde que existe la doctrina anarquizante.
Pero el ideal de la democracia jeffersoniana -dejando aparte el hecho de que fuese todavía una sociedad con esclavos- se desarrolló dentro de un sistema precapitalista, o sea: en una sociedad en la cual no ejercía el control ningún monopolio ni habían focos importantes de poder privado. Es realmente sorprendente leer hoy algunos textos libertarios clásicos. Leyendo, por ejemplo, La crítica del Estado (1791) de Wilhelm von Humboldt, obra muy significativa que de seguro inspiró a Mill, se da uno cuenta que no se habla en ella para nada de la necesidad de oponerse a la concentración del poder privado y más bien se trata de la necesidad de contrarrestar la usurpación del poder coercitivo del Estado. Lo mismo ocurre en los principios de la tradición estadounidense. ¿Por qué? Sencillamente, porque era ésa la única clase de poder que existía. Quiero decir que Von Humboldt daba por supuesto que todo individuo poseía más o menos un grado de poder similar, pero de poder privado, y que el único desequilibrio real se producía en el seno del Estado centralizado y autoritario, y que la libertad debía ser protegida contra toda intervención del Estado y la Iglesia. Esto es lo que él creía que había que combatir.
Ahora bien; cuando nos habla, por ejemplo, de la necesidad de ejercer control sobre la propia vida creadora, cuando impreca contra la alienación por el trabajo, resultante de la coacción o tan sólo de las instrucciones o dirigismo en el trabajo de cada uno, en vez de actuar por autogestión, entonces revela su ideología antiestatal y antiteocrática. Pero los mismos principios sirven para la sociedad industrial capitalista que se formó más tarde. Estoy inclinado a creer que Von Humboldt, de haber persistido en su búsqueda ideológica, habría acabado por ser un socialista libertario.

P.J.: Todos estos antecedentes, ¿no sugieren que hay algo inherente al estado preindustrial en todo lo relativo a la aplicabilidad de las ideas libertarías? En otras palabras: que las ideas libertarías presuponen necesariamente una sociedad básicamente rural con una tecnología y una producción bastante simples y cuya organización económica tienda a ser de pequeña escala y localizada.

Chomsky: Vamos a ver, separemos su cuestión en dos preguntas: primera, ¿qué han pensado al respecto los anarquistas?; y segunda, ¿cómo opino yo? En lo que respecta a las respuestas anarquistas tenemos por lo menos dos. En primer lugar hay una tradición anarquista -que podríamos hacer partir de un Kropotkin- con ese carácter que acaba de describirnos. Pero en segundo lugar existe otra tradición anarquista que al desarrollarse desemboca en el anarcosindicalismo y que ve en el anarquismo la manera adecuada de organizar una sociedad compleja de nivel industrial altamente avanzado. Y esta tendencia dentro del anarquismo se confunde, o por lo menos se relaciona muy estrechamente con una variedad de marxismo izquierdista de la especie de los comunistas espartaquistas, por ejemplo, salidos de la tradición de Rosa Luxemburgo y que más tarde estuvo representada por teóricos marxistas como Anton Pannekoek, quien desarrolló toda una teoría sobre los consejos obreros de la industria, siendo él mismo un hombre de ciencia, un astrónomo.
Pues bien; ¿cuál de estos dos puntos de vista es el que se ajusta a la verdad? O en otros términos: ¿tienen por objeto los conceptos anarquistas una sociedad preindustrial exclusivamente o es el anarquismo también una concepción adecuada para aplicarla a la organización de una sociedad industrial altamente avanzada? Personalmente, creo en la segunda opción, es decir, creo que la industrialización y el avance de la tecnología han cerrado consigo posibilidades de autogestión sobre un terreno vasto como jamás anteriormente se habían presentado. Creo, en efecto, que el anarcosindicalismo nos brinda precisamente el modelo más racional de una sociedad industrial avanzada y compleja en la que los trabajadores pueden perfectamente tomar a su cargo sus propios asuntos de un modo directo e inmediato, o sea, dirigirlos y controlarlos, sin que por eso no sean capaces al mismo tiempo de ocupar puestos clave a fin de tomar las decisiones más sustanciales sobre la estructura económica, instituciones sociales, planeamiento regional y suprarregional, etc. Actualmente, las instituciones rectoras no les permiten a los trabajadores ejercer control ninguno sobre la información necesaria en el proceso de la producción ni tampoco poseen por lo demás el entrenamiento requerido para entender en esos asuntos de dirección. Por otra parte, en una sociedad sin intereses creados ni monopolios, gran parte de ese trabajo -administrativo incluido- podría hacerse ya automatizado. Es del dominio público que las máquinas pueden cumplir con un gran porcentaje de las tareas laborales que hoy corren a cargo de los trabajadores y que, por lo tanto, éstos -una vez asegurado mecánicamente un alto nivel de vida- podrían emprender libremente cualquier labor de creación que antes objetivamente les habría sido imposible imaginar siquiera, sobre todo en la fase primeriza de la revolución industrial.

P.J.: Seguidamente querría atacar el problema de la economía en una sociedad anarquista, pero ¿podría pintarnos con algo más de detalle la constitución política de una sociedad anarquista tal y como se la imagina usted en las condiciones modernas de vida actual? Se me ocurre preguntar, por ejemplo, si existirían en esa sociedad partidos políticos y qué formas residuales de gobierno seguirían existiendo en la práctica.

Chomsky: Permítame esbozar lo que yo creo podría obtener aproximadamente un consenso entre los libertarios, esbozo que naturalmente me parece en esencia, aunque mínimo, correcto para el caso. Empezando por las dos clases de organización y control, concretamente: la organización y el control en el lugar de trabajo y en la comunidad, podríamos imaginar al efecto una red de consejos de trabajadores y, a nivel superior, la representación interfábricas, o entre ramos de la industria y comercio, o entre oficios y profesiones, y así sucesivamente hasta las asambleas generales de los consejos de trabajadores emanados de la base a nivel regional, nacional o internacional. Y desde el otro punto de vista, o sobre la otra vertiente, cabe imaginar un sistema de gobierno basado en las asambleas locales, a su vez federadas regionalmente y que entienda en asuntos regionales, a excepción de lo concerniente a oficios, industria y comercio, etc., para luego pasar al nivel nacional y a la confederación de naciones, etc.
Ahora bien; sobre el cómo se habrían de desarrollar exactamente estas estructuras y cuál sería su interrelación, o sobre si ambas son necesarias o sólo una, son preguntas éstas que los teóricos anarquistas han discutido y acerca de las cuales existen muchas variantes. Por ahora, yo no me atrevo a tomar partido; son cuestiones que habrá que ir elaborando y dilucidando a fondo y con calma.

P.J.: Pero, ¿no habrían, por ejemplo, elecciones nacionales directas, o partidos políticos organizados de punta a punta, como si dijéramos? Claro que si así fuera posiblemente se crearía alguna especie de autoridad central lo que sería contrarío a la idea anarquista.

Chomsky: No, bueno, la idea anarquista propicia que la delegación de autoridad sea la mínima expresión posible y que los participantes, a cualquiera de los niveles, del gobierno deben ser directamente controlados por la comunidad orgánica en la que viven. La situación óptima sería, pues, que la participación a cualquier nivel del gobierno sea solamente parcial, es decir: que los miembros de un consejo de trabajadores que, de hecho, ejercen sus funciones tomando decisiones que los demás trabajadores no tienen tiempo de tomar, sigan haciendo al mismo tiempo su trabajo en el tajo, taller o fábrica en que se empleen, o su labor o misión en la comunidad, barrio o grupo social al que pertenecen.
Y respecto a los partidos políticos, mi opinión es que una sociedad anarquista no tiene forzosamente por qué prohibirlos. Puesto que, de hecho, el anarquismo siempre se ha basado en la idea de que cualquier lecho de Procusto, cualquier sistema normativo impuesto en la vida social ha de restringir y menoscaba notablemente su energía y vitalidad y que, más bien, toda clase de nuevas posibilidades de organización voluntaria pueden ir apareciendo a un nivel superior de cultura material e intelectual. Pero yo creo, sinceramente, que si llega el caso de que se crea necesaria la existencia de partidos políticos habrá fallado la sociedad anarquista. Quiero decir que, a mi modo de ver, en una situación con participación directa en el autogobierno y en la autogestión de los asuntos económicos y sociales, las disensiones, los conflictos, las diferencias de intereses, de ideas y de opiniones tendían que ser no sólo bien acogidas, sino cultivadas incluso, para ser expresadas debidamente a cada uno de los distintos niveles. No veo por qué habrían de coincidir esas diferencias con unos partidos que no se crean a partir de las diferencias, sino para crearlas precisamente. No creo que la complejidad del interés humano y de la vida venga mejor servida dividiéndola de ese modo. En realidad, los partidos representan fundamentalmente intereses de clase, y las clases tendrían que haber sido eliminadas o superadas en una sociedad como la que nos ocupa.

P.J.: Una última pregunta sobre organización política. Con esa serie jerárquica de asambleas y de estructura cuasi gubernamental, sin elecciones directas, ¿no se corre el peligro de que el órgano central o el organismo que está en la cúspide de la pirámide, como si dijéramos, se aleje demasiado de la base y que si tiene poderes en asuntos internacionales, por ejemplo, podría incluso disponer de fuerzas armadas u otros instrumentos de violencia y que, a fin de cuentas, estaría menos vigilado que lo está un gobierno en las actuales democracias parlamentarias?

Chomsky: Es condición de primera importancia en toda sociedad libertaria prevenir semejante rumbo en los asuntos públicos de carácter nacional e internacional y a ese fin hay que crear las instituciones necesarias. Lo que creo que es perfectamente factible. Personalmente, estoy convencido de que la participación en el gobierno no es un trabajo full-time. Puede serlo en una sociedad irracionalmente regida en la que se provocan toda clase de problemas por la misma irracionalidad de las instituciones. Pero en una sociedad industrial avanzada funcionando como es debido por cauces libertarios, me imagino que la puesta en ejecución de las decisiones tomadas por los cuerpos representativos, es una ocupación part-time que tendría que ser llevada a cabo por turno en el seno de cada comunidad y que debería además exigir como condición a los que la ejerzan el no dejar sus propias actividades profesionales, siquiera en parte. Supongamos que fuese posible entender el gobierno como una función de empresa equivalente a la producción de acero, pongo por caso. Si eso fuese factible -y yo creo que es una cuestión de hechos empíricos que tiene que obedecer a sus propias determinaciones y que no puede proyectarse como pura teoría-, si eso fuese factible, digo, la consecuencia natural sería organizar el gobierno industrialmente, como si fuera una rama más de la industria, con su propio consejo de trabajadores y su propia disciplina autogestionaria y su propia participación en las asambleas de mayor extensión o alcance.
Podría añadir aquí que así sucedió en los consejos de los trabajadores formados espontáneamente en algunas partes, como por ejemplo en la revolución húngara de 1956. Había en efecto, si no me equivoco, un consejo de empleados del Estado que se habían organizado sencillamente a la manera industrial o empresarial como otras ramas de la industria de tipo tradicional. Cosa semejante es perfectamente posible y tendría que ser -o podría ser- una barrera que impidiese la formación de esa especie de remota burocracia represiva que los anarquistas temen tanto, como es natural.

P.J.: Suponiendo que continuase existiendo una cierta necesidad de autodefensa a nivel bastante perfeccionado, no comprendo por su descripción de la sociedad anarquista cómo podría ejercerse un control efectivo por parte del dicho sistema de consejos representativos par-time y aun a varios niveles de abajo arriba, sobre una organización tan poderosa y técnicamente tan perfeccionada por la fuerza de las cosas como el pentágono, por ejemplo.

Chomsky: Bien, bien, precisemos un poco la terminología. Usted habla del Pentágono como organización defensiva, que es lo corriente. En 1947, cuando se aprobó la Ley de Defensa nacional, el antiguo Ministerio de la Guerra -que así se había venido llamando honradamente- pasó a llamarse Departamento de la Defensa. Por entonces era yo aún un estudiante y no me creía muy ducho en la materia, pero sabía, como todo el mundo, que si el ejército estadounidense hasta entonces podía haber estado implicado en la defensa de la nación -y parcialmente así había sido- en adelante ya no sería el Departamento de Defensa más que un ministerio de la agresión, y nada más.

P.J.: Según el principio de que no hay que creer nada hasta que se niegue oficialmente.

Chomsky: Exactamente. Un poco bajo el supuesto con que esencialmente había concebido Orwell el Estado moderno y su naturaleza. Y éste es exactamente el caso. Quiero decir que el Pentágono no es de ningún modo el instrumento del Ministerio de la Defensa. Jamás ha defendido a los Estados Unidos contra nadie y lo único que ha producido ha sido agresión; por eso creo que el pueblo norteamericano estaría mucho mejor sin Pentágono que con él. Pero en todo caso no lo necesita para su defensa. Su intervención en los asuntos internacionales nunca ha sido -bueno, nunca es mucho decir, pero costaría trabajo encontrar una excepción- su posición o actitud característica la de apoyar la libertad o la de defender al pueblo. No es éste el papel que desempeña la organización militar tan vasta que controla el Departamento de la Defensa. Sus tareas son más bien dos bien distintas y ambas bastante antisociales.
La primera es la de salvaguardar un sistema internacional en el que los llamados intereses estadounidenses -con lo que se quiere significar principalmente intereses comerciales sigan floreciendo. La segunda tarea cumple una misión económica internacional. De ahí que el Pentágono haya sido el más importante mecanismo keinesiano por el cual el gobierno interviene para mantener lo que cómicamente se llama la salud de la economía mediante la incitación a producir, es decir, llevando a la producción del despilfarro.
Ahora bien, ambas funciones sirven a ciertos intereses, a intereses dominantes de hecho, intereses dominantes de clase en la sociedad estadounidense. Pero no creo que sirvan ni poco ni mucho al interés del público y un semejante sistema de producción de despilfarro y de destrucción sería desmantelado en lo esencial en una sociedad libertaria. Pero no hay que hablar demasiado de estas cosas. Si nos imaginamos, por ejemplo, una revolución social en los Estados Unidos -cosa que está muy lejos, diría yo-, mas si esto ocurriera, es difícil imaginar que hubiese un enemigo real de fuerza capaz de amenazar la revolución social del país; no iban a atacarnos Méjico o Cuba pongamos por caso. No creo, pues, que una revolución en Estados Unidos necesitase defenderse contra un agresión exterior. Mientras que si se proclamase una revolución social en Europa occidental, creo que en tal caso el problema de la defensa adquiriría caracteres críticos.

P.J.: Iba a decirle que seguramente no puede ser inherente a la idea anarquista la falta de autodefensa, ya que hasta ahora todos los experimentos anarquistas han sido aniquilados desde fuera.

Chomsky: Ya, lo que pasa es que a esas cuestiones no se puede contestar más que específicamente y siempre en relación con casos históricos concretos y en condiciones objetivas.

P.J.: No, es que se me hacía difícil entender lo que decía del control democrático adecuado para esa clase de organización, ya que me parece muy improbable que los generales se controlasen a sí mismos del modo que a usted le pareciese bien.

Chomsky: La dificultad estriba en que yo quiero apuntar la complejidad de la cuestión. Todo depende del país y de la sociedad de que se trate. En los Estados Unidos se plantea una clase específica de problemas. Si la revolución social libertaria se declara en Europa, creo que entonces los problemas que surgirían serían muy serios, ya que se plantearía de inmediato un gran problema de defensa. Porque supongo que si en la Europa occidental se consiguiese un socialismo libertario de cierta envergadura, se ceñiría sobre ella una amenaza militar inminente por dos partes, por la parte de la Unión Soviética y por la de Estados Unidos. Luego, el primer problema sería cómo defenderse. Con este problema tuvo que enfrentarse la revolución española. Porque no sólo estaba amenazada in situ por la intervención militar fascista, sino también por las unidades armadas comunistas y por los enemigos liberales de la retaguardia y de las naciones vecinas. Ante semejante magnitud y número de ataques, el problema de la defensa era el más grave, por ser de vida o muerte.
A pesar de todo esto, creo que hay que plantearse la cuestión de si la mejor manera de hacerlo es a base de ejércitos centralizados con toda su tecnología disuasiva; la verdad, no creo que la cosa sea tan de cajón. Por ejemplo, no creo que un ejército europeo-occidental centralizado impediría un ataque ruso o estadounidense con el fin de acabar con un socialismo libertario, porque la suerte de ataque que esperaría, francamente, no sería quizá militar, sino económico por lo menos.

P.J.: Pero por otra parte, tampoco es de esperar ya las clásicas algaradas de campesinos armados con horcas y hoces...

Chomsky: No hablamos de campesinos, sino de sociedades desarrolladas industrialmente y de elevado urbanismo. Se me ocurre que su mejor arma sería atraer la simpatía de las clases trabajadoras de los países atacantes. Pero repito que hay que ser prudente. Y no es nada improbable que la revolución necesitara tanques, ejército y que así se labrara su propia ruina por las razones antedichas. Es decir, creo que es muy difícil imaginarse cómo podría funcionar en régimen revolucionario un ejército central con sus tanques, aviones y armas estratégicas. Y si eso es necesario para salvar las estructuras revolucionarias, ¡ay de la revolución!

P.J.: Si el mejor método de defensa es, como usted dice, granjearse las simpatías de las organizaciones políticas y económicas, tal vez sería a este propósito oportuno entrar más en el detalle. En uno de sus ensayos dice usted que en una sociedad decente, todo el mundo tendría la oportunidad de encontrar un trabajo interesante y a cada cual le estaría permitido usar sus talentos por ofrecérsele las más amplías oportunidades a ese mismo objeto. Después se pregunta: ¿Y qué más haría falta? ¿Acaso una recompensa exterior en forma de lujos o de poder? Eso en el caso de que supongamos que el hacer uso de los propios talentos en un trabajo interesante y socialmente útil no nos recompensa por sí solo. Creo que esta manera de razonar agrada a mucha gente. Pero aun así necesita alguna explicación. Personalmente creo que el trabajo que a la gente puede parecer interesante o atractivo o satisfactorio no tiene por qué coincidir necesariamente con la clase de trabajo que tiene que hacerse por necesidad, sí queremos mantener el nivel de vida que la gente exige y al que está acostumbrada.

Chomsky: En efecto, hay una cantidad de trabajo que tiene que hacerse, si queremos mantener el actual nivel de vida. Está por contestar la pregunta: ¿en qué medida este trabajo tiene que ser oneroso? Recordemos que ni la ciencia, ni la tecnología ni el simple intelecto se han dedicado a examinar la cuestión con el fin de abolir el carácter pesado y autodestructivo de algunos trabajos necesarios en nuestra sociedad. Esto es debido al hecho de que siempre se ha contado con la reserva de un cuerpo considerable de esclavos a sueldo que harán cualquier trabajo, por duro que sea, antes que morir de hambre. Pero si la inteligencia humana se aplicara a resolver el problema de cómo hacer tolerables los trabajos más pesados que la sociedad requiere, no sabemos cuál sería la salida. Tengo para mí que gran parte de esos trabajos podrían hacerse totalmente tolerables. Esto aparte de que me parece un error creer que toda labor físicamente dura tiene que ser onerosa. Hay mucha gente -yo incluido- que emprende trabajos duros para relajarse. No hace mucho, por ejemplo, se me ocurrió plantar treinta y cuatro árboles en un prado detrás de mi casa, lo que implicaba tener que cavar treinta y cuatro hoyos. Considerando lo que normalmente hago como ocupación, eso representa un trabajo bastante pesado, pero he de confesar que disfruté haciéndolo. Sin embargo, estoy seguro que no habría disfrutado de tenerlo que hacer con un capataz delante y a horas fijas, etc. Aunque si es una tarea tomada por interés también puede hacerse. Y sin tecnologías, sin pensar en cómo planear el trabajo, etc.

P.J.: A esto podría decirte que existe el peligro de que esta manera de ver el problema sea una ilusión bastante romántica, sólo posible de abrigar por una pequeña élite de intelectuales, profesores, periodistas, etc. que están en la situación tan privilegiada de ser pagados por lo que les gusta hacer y harían de otras formas.

Chomsky: Por eso empecé por poner por delante un gran si condicional. Dije que primeramente hay que preguntarse hasta qué punto el trabajo necesario para la sociedad -o sea, el trabajo requerido para mantener el nivel de vida que queremos- ha de ser por fuerza pesado u oneroso. Yo creo que la respuesta sería: mucho menos de lo que lo es hoy; pero convengamos en que hasta cierto punto siga siendo sucio. Aun así, la respuesta es muy simple: ese trabajo sucio debe ser distribuido equitativamente entre todos los que son capaces de hacerlo.

P.J.: Entonces, que cada cual se pase cierto número de meses al año en la cadena de producción de automóviles y otro tanto recogiendo basuras u otras faenas ingratas...

Chomsky: Si es que efectivamente son éstas tareas de imposible autosatisfacción. Pero yo no lo creo, francamente. Cuando veo trabajar a los operarios, digamos a los mecánicos de automóvil por ejemplo, creo que muchas veces puede ser no poco motivo de orgullo cumplir con la tarea. El orgullo de un trabajo complicado y bien hecho en el que hay que hacer uso de la inteligencia, especialmente cuando uno está interesado en la gestión de la empresa y hay que contribuir a las decisiones de cómo organizar el trabajo, para qué sirve, cuáles son los objetivos de ese trabajo, etc. Yo creo que todo esto puede ser una actividad satisfactoria y recompensadora que, de hecho, requiere las capacidades que los trabajadores despliegan de buen grado. Pero la verdad es que estoy hablando hipotéticamente. Supongamos que quedase un residuo de trabajo que nadie quisiera hacer; en tal caso no hay más que distribuirlo entre todos equitativamente, pero por lo demás que la gente ejerza libremente sus talentos a su buen entender.

P.J.: Supongamos ahora, profesor, que ese residuo fuese muy grande, como hay quien sostiene que sería si el trabajo para producir un noventa por ciento de lo que todos quisiéramos consumir se realizara cumplidamente. En tal caso, organizar la distribución de este trabajo sobre la base de que todo el mundo hiciera una pequeña parte de los trabajos sucios o pesados, resultaría echar mano de algo absurdamente ineficaz. Porque para eso habría que entrenar y equipar a toda la gente, porque toda tendría que pasar por los trabajos sucios, de lo que sufriría la eficacia de toda la economía y, por consiguiente, el nivel de vida se rebajaría ostensiblemente.

Chomsky: Bueno, ante todo hay que convenir en que nadamos sobre puras hipótesis, ya que no creo que sus porcentajes sean ni mucho menos reales. Ya he dicho que si la inteligencia humana se aplicara a proyectar una tecnología adaptada a las necesidades del productor humano en vez de hacerlo al revés tendríamos la solución. Ahora se plantea el problema inverso: cómo adaptar el ser humano a un sistema tecnológico ideado para otros objetivos, es decir, la producción para el beneficio. Estoy convencido de que si se hiciera lo que digo el trabajo indeseado será mucho menos cuantioso de lo que usted sugiere. Pero como quiera que sea, fíjese que tenemos dos alternativas: la primera es distribuirlo equitativamente, la segunda es crear las instituciones adecuadas para obligar a un grupo de la población a hacer los malos trabajos so pena de morirse de hambre. Esas son las dos alternativas.

P.J.: No digo obligados, sino que podrían hacer esos trabajos incluso voluntariamente los que considerasen que valía la pena hacerlos a base de una mayor remuneración correspondiente.

Chomsky: Ah no, supongo que ya ha sobreentendido que para mí todo el mundo ha de recibir por su trabajo, sea cual sea, una recompensa igual. Y no olvide que actualmente vivimos en una sociedad en que la gente que hace los trabajos pesados no es mejor remunerada que la que hace su trabajo voluntariamente; todo lo contrario es verdad. De la manera en que funciona nuestra sociedad, una sociedad de clases, los que hacen los trabajos más duros, más pesados o más sucios son los que cobran menos. Esos trabajos se hacen, sin más, pero nosotros no queremos ni pensar en que existen, porque sabemos que hay una masa de gentes miserables que sólo controlan un solo factor de la producción: su fuerza de trabajo, que tienen que vender; o tendrán que aceptar esa clase de trabajos porque no tienen otra cosa que hacer y antes que morir de hambre se emplean por los más bajos salarios. Acepto la corrección. Imaginémonos tres clases de sociedades: la primera, la corriente, en la cual el trabajo indeseable se da a los esclavos a sueldo. Luego un segundo sistema en que el trabajo ingrato, después de haber hecho todo lo posible para darle sentido, es distribuido y, en fin, el tercer sistema en el que el trabajo malo da derecho a una paga extraordinaria, tanto que por ella acceden a hacerlo algunos voluntariamente. Pues bien; yo creo que el segundo y el tercer sistema están de acuerdo -en estos términos vagos en que estamos hablando- con los principios anarquistas. Personalmente me inclino por el segundo, pero ambos están totalmente alejados de toda organización social vigente y de toda tendencia a cualquier organización social en la actualidad.

P.J.: Se lo plantearé de otra manera. Me parece que se está ante una opción fundamental, por mucho que se la quiera camuflar, entre el trabajo satisfactorio de por sí y el trabajo que hay que organizar sobre la base del valor que tiene lo producido para la gente que lo usa o consume. Y la sociedad organizada sobre la base de dar a todo el mundo las mismas oportunidades para llevar a cabo sus más caras aficiones, lo que expresa en esencia la fórmula del trabajo por el trabajo mismo, tiene su culminación lógica en el monasterio o convento, donde la clase de trabajo practicado, o sea, el rezo, es un trabajo de autoenriquecimiento del propio trabajo. No se produce nada que sea de provecho para nadie, así que, o bien hay que vivir a un nivel de vida lo más bajo, o bien hay que resignarse a morir de hambre.

Chomsky: Bien, aquí hace usted unas suposiciones de hecho con las que no estoy de acuerdo en absoluto. Yo creo que parte de lo que le da sentido al trabajo es su utilidad, es el hecho de que sus productos se puedan utilizar. El trabajo del artesano tiene su sentido al menos en parte por la inteligencia y la destreza que ha de poner en él, pero también en parte porque es un trabajo útil. Lo mismo diría yo que vale también para los hombres de ciencia. Creo que el hecho de que la clase de trabajo que uno está haciendo sirva para otra cosa -que es el caso del trabajo científico, como usted sabe-, que contribuya a algo más es muy importante, aun prescindiendo de la elegancia o la belleza que uno pueda lograr con su trabajo. Estoy convencido que esto vale para todas las actividades humanas. Creo además que si echamos una ojeada por una buena parte de la historia de la humanidad, nos daremos cuenta de cuántos han sido los que han sacado satisfacción -y no poca- del trabajo productivo y creador que han estado haciendo; pero también creo que la industrialización propicia enormemente esa satisfacción. ¿Por qué? Pues porque gran parte de las faenas fastidiosas y sin atractivo pueden hacerlas las máquinas, lo que significa que automáticamente el radio de acción del trabajo humano realmente creador resulta muy notablemente agrandado. Pero a otra cosa. Usted habla del trabajo libremente emprendido como afición o hobby. Yo no lo juzgo así. Pienso que el trabajo libremente elegido y ejecutado también puede ser trabajo útil e importante.
También plantea usted un dilema que muchos se plantean, a saber: entre el deseo de satisfacción en y por el trabajo y el deseo de crear cosas de valor para la comunidad. Pero no está tan claro que se trate, en efecto, de un dilema y menos de una contradicción. No me parece obvio, ni mucho menos -yo creo que es falso- eso de contribuir a un mayor placer y satisfacción en el trabajo sea inversamente proporcional al valor del resultado.

P.J.: Yo no diría inversamente proporcionado para mí podría no tener relación alguna. Pongamos algo muy simple como vender helados en la playa un día de fiesta. Es un servicio a la sociedad. Hace calor y no hay duda de que el público quiere helados. Por otro lado, es difícil ver aquí en qué medida llevar a cabo esta tarea de vender helados puede ser motivo de placer profesional ni pueda tener algún sentido, virtud o ennoblecimiento social. ¿Por qué razón habría de dedicarse a prestar ese servicio sí no te recompensa de alguna manera?

Chomsky: Le advierto que más de una vez he visto a vendedores de helados con cara de pascuas...

P.J.: Sí estaban ganando dinero a puñados lo creo.

Chomsky: ... y que parecían muy contentos de estar vendiéndoles helados a los niños, lo cual me parece una manera de pasar el tiempo perfectamente razonable y estimulante, si se compara con otras ocupaciones, con miles de ocupaciones diferentes. Recuerde que cada persona tiene su ocupación y me parece que la mayoría de las ocupaciones existentes -y en esencial aquellas que entran en la clasificación servicios, o sea, que entran en relación con el prójimo-, conllevan de por sí una satisfacción u otra y unas recompensas inherentes a ellas asociadas, esto es, en el trato con los individuos a los que prestan sus servicios. Para el caso es lo mismo dar clases que vender helados. Admito que para vender helados no se necesitan ni la dedicación ni la inteligencia necesarias para impartir enseñanza y que tal vez por esta razón sea una ocupación menos envidiada. Pero si así fuera, tendría que ser repartida entre todos.
Pero todo esto aparte, lo que trato de decir es que nuestra creencia caracterizada de que el placer en el trabajo, la satisfacción en el trabajo o no tiene o tiene relaciones negativas con el valor del resultado, está estrechamente relacionado con un estadio particular de la historia social, esto es: el capitalismo, en cuyo sistema los seres humanos son instrumentos de producción. Lo dicho antes no tiene por qué ser, ni mucho menos, la verdad. Por ejemplo, si pasamos revista a las numerosas entrevistas hechas con obreros que trabaran en cadena por sicólogos industriales, echaremos de ver que una de las cosas de que más se quejan es de que su trabajo no pueda hacerse bien, que la cadena va tan de prisa que no pueden hacer su trabajo decentemente. Hace poco leía en una revista gerontológica un estudio sobre la longevidad en el que se trataba de encontrar los factores útiles para predecir la longevidad -ya sabe: el fumar, el beber, los factores genéticos-, todo lo habían examinado. Pues bien, ¿sabe cuál es el factor más favorable? La satisfacción en el trabajo.

P.J.: Ya, la gente que tiene un trabajo agradable vive más, ¿no?

Chomsky: Bueno, sí, la gente que está satisfecha con su trabajo. Lo que me parece muy lógico, puesto que no sólo nos pasamos en el trabajo una gran parte de nuestra vida, sino que en el trabajo es donde más ejercemos nuestra capacidad creadora. Ahora bien; ¿qué es lo que lleva a esa satisfacción en el trabajo? Creo que son muchas cosas, pero el saberse haciendo algo útil para la comunidad es un factor nada desdeñable. Muchos están satisfechos de su trabajo por creer que están haciendo algo importante, algo que vale la pena hacer. Igual pueden ser maestros como médicos, científicos como artesanos o agricultores. Sentir que lo que uno está haciendo es importante, digno de hacerse, no sólo refuerza los vínculos sociales sino que también es un motivo de satisfacción personal, porque con un trabajo interesante y bien hecho nace esa especie de orgullo de quien se autorrealiza, de quien pone en práctica sus habilidades personales. Y no creo que esto vaya a dañar de cualquier modo que sea el valor de lo producido, sino más bien al contrario. Pero concedamos que hasta cierto punto lo perjudicase. Llegada la sociedad a tal punto, debe decidir la comunidad cómo hacer los compromisos necesarios. Al fin y al cabo, cada individuo es a la vez productor y consumidor y por lo tanto cada individuo ha de tomar parte en esos compromisos socialmente determinados, es decir, si verdaderamente hay necesidad de establecer compromisos. Porque me permito insistir en que se ha exagerado mucho la naturaleza de estos problemas a causa del efecto aberrante del prisma que interpone el sistema verdaderamente coercitivo y destructor de la personalidad en que vivimos.

P.J.: De acuerdo. Usted dice que la comunidad tiene que tomar decisiones sobre compromisos eventuales, pero no es menos sabido que la teoría comunista previene estas posibilidades completamente, ya por la planificación, ya en materia de inversiones, de prioridades de inversión nacional, etc. En una sociedad anarquista cree usted que no se tolerara tanta superestructura gubernamental necesaria al parecer para hacer planes, tomar decisiones sobre inversiones por ejemplo si hay que dar prioridad a lo que la gente quiera consumir o a lo que la gente quiera hacer en materia del trabajo.

Chomsky: No estoy de acuerdo. Me parece que las estructuras anarquistas, o para el caso las de los marxistas de izquierda, basadas en el sistema de los consejos y federaciones de trabajadores, se bastan y se sobran para tomar una decisión sobre cualquier plan nacional. De igual manera funcionan a ese nivel -digamos nacional- las sociedades de socialismo estatal al tener que elaborar planes nacionales. En esto no hay ninguna diferencia. Donde la hay -y grande- es en la participación de tales decisiones y en el control que sobre ellas se ejerce. Los anarquistas y marxistas de izquierda -consejistas, espartaquistas- toman estas decisiones desde la base. Es la clase trabajadora informada la que las toma a través de sus asambleas y de sus representantes directos que viven y trabajan entre ellos. Pero en los sistemas de socialismo estatal, el plan nacional viene trazado por la burocracia nacional que acumula para sí y monopoliza toda la información necesaria y que toma las decisiones. De vez en cuando se presenta al público y le dice: Podéis escogerme a mí o a ése, pero todos formamos una misma burocracia remota que no está a vuestro alcance. Éstos son los polos, éstas son las oposiciones polarizadas dentro de la tradición socialista.

P.J.: O sea que, de hecho, sigue desempeñando un papel importante el Estado, e incluso posiblemente los empleados públicos, la burocracia, pero lo que es distinto es el control ejercido sobre ellos.

Chomsky: Bueno, yo no creo, francamente, que se necesite una burocracia separada del resto para poner en ejecución las decisiones gubernamentales.

P.J.: Se necesitan varias formas de pericia.

Chomsky: Ya, pero digamos que se trata de una pericia en materia de planificación económica, puesto que no hay duda de que en toda sociedad industrial compleja tendría que funcionar un grupo de técnicos encargados de trazar planes, de explicar las consecuencias de toda decisión importante, de poner en antecedentes a las personas que han de decidir sobre las consecuencias de sus propias decisiones según se desprende del estudio y modelo de programación, etc. Pero lo importante es que estos sistemas de planificación no son otra cosa que industrias, con sus propios consejos de trabajadores y formando parte de todo el sistema de consejos; la diferencia consiste en que estos sistemas de planificación no son los que toman las decisiones. Producen planes de la misma manera que las fábricas de automóviles producen coches. Los planes están, pues, a disposición de los consejos de trabajadores y se someten a las asambleas de consejos, de la misma manera que los automóviles se fabrican para correr con ellos. Ahora bien; lo que este sistema requiere es una clase trabajadora educada. Y esto es exactamente lo que somos capaces de conseguir en sociedades industrializadas de alto desarrollo.

P.J.: ¿En qué medida el éxito del socialismo libertario, o del anarquismo, depende realmente de un cambio fundamental en la naturaleza humana, tanto en su motivación como en su altruismo, así como en sus conocimientos y su grado de refutamiento?

Chomsky: No sólo creo que depende de eso, sino que todo el propósito del socialismo libertario contribuye a lo mismo, efectivamente. Se trata de contribuir a una transformación de la mentalidad, exactamente la transformación que el hombre es capaz de concebir en cuanto concierne a su habilidad en la acción, su potestad de decidir en conciencia, de crear, de producir y de investigar, exactamente aquella transformación espiritual a que los pensadores de la tradición marxista izquierdista, desde Rosa Luxemburgo, por ejemplo, pasando por los anarquistas, siempre han dado tanta importancia. De modo que por un lado hace falta esa transformación espiritual. Y por otro, el anarquismo tiende a crear instituciones que contribuyan a esa transformación en la naturaleza del trabajo y de la actividad creadora, en los lazos sociales interpersonales simplemente, y a través de esa interacción, crear instituciones que propicien el florecimiento o eclosión de nuevos aspectos en la humana condición. En fin, la puesta en marcha de instituciones libertarias siempre más amplias a las que pueden contribuir las personas ya liberadas. Así veo yo la evolución del socialismo.

P.J.: Y por último, profesor Chomsky, ¿qué opina de las posibilidades hoy existentes para fundar sociedades según acaba de bosquejarlas en los países Industriales más importantes de Occidente en el próximo cuarto de siglo más o menos?

Chomsky: No creo ser lo bastante sabio ni estar lo bastante informado como para hacer predicciones de este tipo, es más: creo que aventurarse a semejantes pronósticos dice más de la personalidad que del juicio del que los lanza. No obstante, tal vez podría decir esto: hay tendencias obvias dentro del capitalismo industrial hacia una concentración de poder en estrechos imperios económicos dentro de un marco que se está convirtiendo cada vez más en un Estado totalitario. Estas tendencias vienen desarrollándose desde hace bastante tiempo y, francamente, no veo nada que pueda contenerlas. Creo, pues, que estas tendencias seguirán su curso formando parte del anquilosamiento y la decadencia de las instituciones capitalistas.
Ahora bien; creo que este recurso hacia un totalitarismo de Estado y hacia una concentración económica exasperada -ambas cosas en conexión, por supuesto irán engendrando reacciones, tentativas de liberación personal, de liberación social, que adoptarán toda clase de formas. Por toda Europa se levanta un clamor reclamando la participación obrera o la codeterminación y hasta el control de los trabajadores. Por ahora todas esas tentativas son mínimas. Más bien creo que son engañosas y que, de hecho, pueden minar los serios esfuerzos de la clase obrera por liberarse. Pero en parte constituyen también una respuesta pertinente por representar una intuición y un entendimiento robustos de que la coerción y la opresión, ya sean hechas poder económico privado o burocracia estatal, no forman parte necesariamente de la vida humana, ni muchísimo menos. Cuanto más concentración de poder y autoridad, más rebelión y mayores esfuerzos para organizarse a fin de destruirlas. Tarde o temprano esos esfuerzos serán coronados por el éxito. Así lo espero.


Una razón más para apoyar a la izquierda libre en el 2008.

viernes, 24 de octubre de 2008

¡¡Al diablo con sus instituciones!! (incluido el perreducho!!!)

Astillero

Julio Hernández López
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx

(http://www.jornada.unam.mx/2008/10/24/index.php?section=opinion&article=004o1pol)

■ ¡García Luna para la Belisario Domínguez!

■ Cadenero en antro senatorial

■ Ruptura con el Perreducho

Convertida en casa de seguridad a cargo de un golpeador miembro del gabinete felipista, la Cámara de Senadores aprobó ayer una serie de enmiendas petroleras cuyas pretensiones y grandilocuencia quedaron difuminadas por la ausencia de 12 palabras que los legisladores-rehenes no pudieron incluir para dejar constancia indudable de clausura de los apetitos privatizadores. La toma policiaca de la Torre del Caballito significó agresiones físicas a ciudadanos en general y obstrucción del paso a diputados y senadores, bajo la supervisión personal de Genaro García Luna, uno de los varios vicepresidentes virtuales de la República que desde la Secretaría de Seguridad Pública pretende erigirse en policía único del país, una especie de Big Brother cuya peligrosidad expansiva quedó de manifiesto en la insólita pero al mismo tiempo sugestiva presencia personal en el recinto alterno senatorial para tomar decisiones políticas mediante el uso de la fuerza y, horas antes, en las acometidas de policías federales contra juanes y adelitas que, a pesar de la represión y los amagos, impidieron el paso a los camiones con senadores a bordo, que como tragicómico ratón loco legislativo buscaban infructuosamente algún resquicio vial por el cual colarse a la sede ordinaria de sesiones de esa cámara, en la calle de Xicoténcatl.

En circunstancias de mínimo pudor político, García Luna debería ser obligado a renunciar por un jefe a quien preocupara el que las armas establecieran restricciones y condiciones en un ámbito de natural debate y diferencia como es el Senado, pero si ese michoacano rindió protesta de su impugnado cargo actual mediante tretas militares que le abrieron una rendija impúdica en un pleno del Poder Legislativo también sitiado, entonces posible será más bien que ese practicante de artes marciales de sometimiento aspire a proponer al policía invasor y porril como candidato a la siguiente entrega de la medalla Belisario Domínguez. Por más que haya sido trastocada la normalidad del país, y los horrores cotidianos hayan hecho descender los niveles de asombro y protesta sociales, no puede dejarse pasar sin alerta el hecho de que un miembro destacado del Poder Ejecutivo formal de este país hubiese creado una versión política del News Divine, con diputados y senadores “sospechosos” o molestos a los que se impidió el paso al improvisado salón de sesiones. Dejar en la impunidad las hazañas de García Luna como cadenero en jefe de un antro senatorial y como coordinador de intencionales grupos de choque contra opositores civiles, es facilitar que en el futuro inmediato se instaure un poder policial de facto que rija y defina lo político y sus vertientes de protesta y disidencia.

Por su parte, el movimiento cívico encabezado por Andrés Manuel López Obrador arrancó ayer una nueva etapa, radicalmente diferenciada del entorno falsamente victorioso y tan rápidamente confirmado como tramposo que pretendían crear los chuchos, ahora enfurruñados, y los demás emblemas de la gran corrupción de la clase política que pretendían encajonar a la resistencia pacífica entre paredes de supuestos triunfos épicos y desvanecimiento mágico de apetitos feroces de privatización. El tabasqueño eludió las trampas de la elite tripartidista (PRI, PAN y Perreducho) mediante la recurrencia al expediente de las bases que deciden lo que habrán de hacer los dirigentes. La decisión de activar la oposición a las enmiendas petroleras liberó al movimiento de la sospecha de que se hubiesen dado negociaciones de elite y, aun cuando habrá de pagar la cuota de desgaste que ya le han aplicado los oficiosos medios de comunicación, sobre todo los televisivos, le garantiza viabilidad y le da rumbo, no sólo en la venidera supervisión de los temas petroleros, sino en la fase de defensa de la economía popular que ya está anunciada. El peor escenario para el dirigente López Obrador hubiera sido aparecer en templetes de júbilos fabricados compartiendo la “victoria histórica” con Carlos Navarrete, Graco Ramírez, Jesús Ortega y Guadalupe Acosta Naranjo, convertidos así en los presuntos arquitectos del salvamento de la izquierda y en los garantes de que la vía “institucional”, la de los acuerdos en lo oscurito, podría producir posteriores hazañas similares, a pesar de detallitos de doce palabras como los bloques geográficos asignables a contratistas nacionales o extranjeros en materia de exploración y producción de crudo.

Otra de las consecuencias inmediatas de la votación del miércoles es la aceleración del proceso de ruptura con el cascarón del PRD- Chucho (el Perreducho) y sus aliados de oportunidad. Movido por cálculos políticos que no quieren dar material a los adversarios para que centren los sucesos actuales en un enfrentamiento interno, López Obrador evitará la referencia directa a quienes desde el PRD han abierto las puertas a los planes pripánicos, pero en las asambleas públicas no podrán pararse más, sin ser acusados de traidores, quienes ayer, a la hora de la verdad, se plegaron a planes acordados en las cúpulas. En todo caso, esos votantes en favor de letras que permitirán privatizaciones podrán consolarse con la felicitación que ayer les envió Felipe Calderón, especialmente dedicada a los muchachos del PRD “bueno”. Pero la convivencia forzada entre los ocupantes de la estructura formal del sol azteca y el movimiento social de izquierda no podrá ser restaurada, y en el horizonte queda claro que el FAP, y sus expresiones partidistas de Convergencia y del Trabajo, son la opción práctica para 2009.

Y mientras AMLO implanta récord de movilizaciones en menos tiempo (el pasado domingo, en el Monumento a la Revolución, asamblea informativa; el lunes, en el Hemiciclo a Juárez, reunión con adelitas; el martes, con juanes; el miércoles, asamblea y votación; ayer, plantones y marcha; la asamblea de la vera victoria, este domingo en el Zócalo, más la presencia en San Lázaro del fast track, el próximo martes), ¡feliz fin de semana, con la leída de cartilla de Condoleezza Rice a la administración calderónica, antes de que comience la invasión, perdón, la Iniciativa Mérida!

Del blog de Pablo Gómez (para evidenciar la hipocresía prianista, como siempre...)

¿Qué pedía esa gente?

Pablo Gómez

La gente que estaba ayer frente al Senado no pedía nada sólo para ella misma. Pedía una prohibición a Pemex para no volver a intentar la firma de contratos de servicios múltiples en los que se le asigna a una sola empresa contratista –casi siempre trasnacional— un área completa para llevar a cabo la exploración y la producción petroleras.


Tenían razón esos manifestantes. El desprecio con que los vieron los medios de comunicación y los políticos oficialistas y paraoficialistas es el mismo con el que ven a los pobres, a los indígenas, a los homosexuales, etcétera, es decir, a los diferentes de ellos mismos, a casi todos los demás.

Los proyectos que se aprobaron en el Senado no autorizan contratos para áreas completas de territorio o de mar, pero se ha querido, desde hace años, que se prohíban expresamente. El gobierno de Calderón, derrotado en su proyecto privatizador, no ha aceptado tal prohibición directa, textual, aunque tampoco logró que se incorporara al proyecto una autorización.

Así las cosas, los dictámenes debían ser aprobados debido a que son una expresión legal de la derrota del proyecto de privatización parcial de la industria petrolera mexicana, pero siempre sería mejor que se incluyera la prohibición expresa de los contratos por bloques. La mayoría del PAN y PRI votó en contra de tal prohibición pero no logró su autorización.

No es menor el debate, como algunos dicen sin el menor conocimiento de la realidad de Pemex. La empresa estatal del petróleo ha sido desmantelada como industria, es incapaz de realizar directamente la mayoría de los trabajos de exploración y producción de crudo, no surte con suficiencia las gasolinas que el país consume, ha reducido la producción petroquímica en más de la mitad. Este desastre es consecuencia de las políticas neoliberales de concesiones a corporaciones privadas, extranjeras y nacionales. Es el producto del predominio de intereses privados en el gobierno y de la corrupción que agobia a Pemex y a todo el país.

Quienes se manifestaron ayer pedían que se incluyera una frase en la Ley de Petróleos Mexicanos, pero Calderón, con la ayuda del PRI, se negó rotundamente. El fracaso del proyecto gubernamental era ya demasiado para que todavía se aceptara una prohibición expresa de lo que no se encuentra permitido.

En el PRD no hay discrepancia alguna en torno a la necesidad de prohibir con absoluta claridad los contratos por áreas o bloques. Es más, lo que se busca es que Pemex se aleje del contratismo que le ahoga y se haga cargo directamente de la industria petrolera, tal como lo manda la Constitución.

Si Calderón se atreve a licitar contratos sobre áreas enteras susceptibles de explotación petrolera se va a encontrar con una resistencia popular. Eso es lo que tenemos a la vista en este momento, pues tales licitaciones no serían legales y mucho menos constitucionales. La legislación define que toda asignación de áreas petroleras sólo puede otorgarse a Pemex pero no se autoriza a éste la subrogación.

(Una razón más para apoyar a la izquierda libre en el 2008.)

martes, 21 de octubre de 2008

Una de esas preguntas no-especulatorias de las que siempre huyen...

A ver, esos panistas-derechistas-sinarquistas-cristeros y anexas: ¿no que los sindicatos son unos privilegiados horribles y corruptos y ya deberían desaparecer? Entonces, respecto de la "reforma a PEMEX, ¿CÓMO EXPLICAN ESTO?:

Sin embargo, la participación de Gómez, Arturo Núñez y Graco Ramírez fue intensa y, aunque no lograron que PAN y PRI aceptaran disminuir de cinco a tres el número de miembros del sindicato petrolero en el consejo de administración de la paraestatal, pasó la propuesta de que éstos no puedan participar en discusiones en materia de presupuesto.

Que siga Romero Deschamps con sus yates y autos de lujo, ¿verdad? Al fin que es cuatito del enaniux... No podrá discutir el presupuesto de Pemex (por cierto, A PROPUESTA DEL FAP), pero sí vender jugosos negocitos al mejor postor, puesto que sí decide en todo lo demás (por cierto, A PROPUESTA DEL PRIAN)... Y de Elba Esther y sus "austeras" hummer, pues mejor ya ni hablamos, ¿no?...

Por lo demás, RETO A LOS DEFENSORES DEL ENANO ESPURIO Y DEL PRIAN A DAR UNA RESPUESTA A LO ANTERIOR. Les dejo mi correo: anarquistadelasletras@gmail.com.

Una razón más para apoyar a la izquierda libre en el 2008.

martes, 14 de octubre de 2008

¿MÁAAAS? ¡¡¿Eso eso posible?!!

*Horizonte Político

José Antonio Crespo

Crisis económica, ¿crisis política?
Lunes, 13 de Octubre de 2008

Dice Felipe Calderón, así como varios especialistas independientes, que nuestra economía está mejor preparada que en otras ocasiones para enfrentar con bien el vendaval financiero internacional, y que eso se debe a buenas decisiones que tomaron los gobiernos mexicanos en los últimos años. Por eso, en lugar de un "ajuste de cinturón", lo que ahora propone es expandir el gasto público en obras productivas, crear infraestructura y fortalecer el mercado interno. Un paquete anticrisis de corte esencialmente keynesiano (en lugar de uno ortodoxamente neoliberal). Asegura Calderón que, una vez pasado el temporal, la economía mexicana será más fuerte y competitiva ("aunque lo no parezca", le faltó agregar). La verdad es que, como todo mundo sabe – aunque el gobierno nos lo intentó ocultar – la economía mexicana sufrirá de manera importante a causa de la depresión norteamericana. De hecho, esos efectos ya se empezaron a sentir. El impacto inflacionario y el nivel de devaluación tampoco es posible saber por lo pronto hasta dónde llegará. En suma, el perjuicio real a la economía no se puede calcular en estos momentos, pues lo que prevalece, aún entre los especialistas, es la incertidumbre. No se puede saber con certeza en dónde se ubica el piso de la pérdida de confianza financiera a nivel mundial.

Pero suponiendo que en efecto la economía mexicana está hoy en mejores condiciones que años atrás para enfrentar la crisis mundial, habría que preguntar si el sistema político también lo está. Ahí las cosas no son tan claras. Sabemos que las crisis económicas pueden provocar crisis políticas, por más que el origen de las primeras se ubique en el exterior. También, que los sistemas políticos tienen una capacidad limitada para resistir presiones provenientes de diversos sectores movilizados por una afectación económica directa, que los canales institucionales – aún siendo eficaces - tampoco pueden absorber y encauzar un excedente de demandas sociales que se incrementan de manera súbita. Por lo cual, mientras más nos impacte la crisis mundial, mayores presiones habrá sobre un sistema político que no está tan sólido – pese a su mayor pluralismo – como lo estaba hace algunas décadas – pese a su autoritarismo.

Un régimen político en el que sus líderes e instituciones gozan de la confianza pública puede enfrentar y resistir mejor una grave crisis económica, en parte porque esto último requiere que la ciudadanía crea en las medidas que esos líderes proponen; que esté convencido en su eficacia y buena fe. Mientras menos credibilidad en los dirigentes, más profunda la crisis. Vemos por ejemplo cómo George W. Bush no es capaz de generar ya confianza y tranquilidad en sus conciudadanos. Es como si no existiera. Y eso es en buena parte consecuencia de su mal desempeño en estos ocho años, y de haber mentido flagrantemente sobre las causas de la costosa guerra de Irak. Así, durante su último mensaje, la Bolsa de Valores de Nueva York descendió de menos 80 a menos 200 puntos. Mientras más trataba de inspirar confianza, más se depreciaba el mercado bursátil. "Nadie cree en lo que sale de la boca de los políticos", aseguró al New York Times un analista de Standard & Poor’s (11/Oct/08).

En el caso de México, pese a la expectativa de que habría mayor credibilidad en las instituciones políticas tras la alternancia del año 2000, ocurrió lo contrario, principalmente porque el liderazgo de Vicente Fox quedó muy por debajo de las necesidades del momento. Lejos de canalizar el entusiasmo y la confianza con que recibió el poder, lo despilfarró a granel en un santiamén. Lejos de fortalecer y profundizar la democratización, la hizo de lado, presuntamente para fortalecer la estructura económica (en lo cual tampoco tuvo grandes logros). Con el propósito de evitar que cambiáramos de "caballo económico" (evitando así el peligroso populismo), no le importó afectar gravemente la credibilidad electoral, en la cual se había basado la legitimación política de los últimos años. Curiosamente, para enfrentar la crisis internacional, los países desarrollados, al margen del signo ideológico del gobierno en turno, están adoptando medidas tradicionalmente identificadas por la derecha como "populistas". ¿Alguien habría pensado que un gobierno republicano (o demócrata) en Estados Unidos decidiría comprar acciones de la banca, lo que no había ocurrido desde la crisis del ‘29? "No es tiempo de ideologías, sino de sentido común" recién declaró Barak Obama.

Calderón se ve ahora obligado por las adversas circunstancias a adoptar algunas de las medidas propuestas por Andrés López Obrador desde su campaña, consideradas por el PAN como peligrosamente populistas (si bien se excluyó de tal paquete una reducción significativa del gasto corriente, que Fox incrementó significativamente con los excedentes petroleros que ya no tendremos). La decisión de construir una refinería con fondos públicos, tras meses de asegurar que no habían recursos para ello, fortalece la posición de quienes se oponen a la reforma petrolera "privatizadora". La reciente disminución en la confianza de la mayoría de las instituciones políticas, la movilización callejera de grupos en promoción de sus demandas – legítimas o no - , el probable cierre de esa formidable válvula de escape que ha sido el éxodo anual de miles de trabajadores mexicanos a Estados Unidos, todo ello aunado a la profunda crisis en la seguridad pública en que nos hallamos empantanados, constituyen condiciones no muy propicias para preservar la estabilidad política. Ante lo cual, se podría pensar en un plan de contingencia política. Pero es más probable una cadena de acusaciones mutuas, recriminaciones, sospechas entre la clase política, que harán más vulnerable al sistema político.

viernes, 10 de octubre de 2008

Andrés, el Cerdo Panadero y yo...

(Respuesta a este post: http://senderodelmesias.blogspot.com/2008/10/mi-querida-george.html)

Qué tal, mi estimado Cerdo Panadero, no tiene nada qué agradecer porque, contrario a lo que pueda pensar, su blog (y de sus creativos y educados compañeros) me divierte horrores, y entre más ardor destile, mejor.

Sigamos con el asunto de su cartita, pues... Pero antes, quisiera pedirle encarecidamente que por favor LEA BIEN, ya que en cada post me va sacando nuevos temas de su ideario derechista debido a que malinterpreta mis respuestas o no entiende la ironía. Si se pregunta por qué, le recomiendo que lea los textos sobre política de la ironía, de Linda Hutcheon (si hay tiempito, después publicaré alguno).

En las primeras líneas de su carta, usted reclamaba a Andrés Gómez no saber de "libertades y represiones" debido a su juventud, y yo le replicaba que no entendía cómo había relacionado la inconformidad de Andrés por el proceso electoral de 2006 con una presunción de saber mucho sobre "libertades y represiones", que era lo que usted le reclamaba. Al igual que casi todo su texto, me parece una mala lectura de los hechos y una sobreinterpretación.

Ahora bien, usted vio lo anterior como un debate sobre la diferencia entre respeto y libertad de expresión. No es el tema, pero bien, ocupémonos de su asunto. Creo que el problema es la definición de los conceptos. Me parece adecuado citar aquí un párrafo de Miguel Carbonell respecto del tema de la libertad de expresión en la Constitución mexicana, que dice:

Así por ejemplo, el insulto o los juicios de valor formalmente injuriosos e innecesarios para la expresión de una idea, pensamiento u opinión, carecen de protección constitucional. En otro peldaño se encontrarían las opiniones, es decir, los juicios de valor personales que no sean formalmente injuriosos e innecesarios para lo que se quiere expresar, aunque contengan lo que se conoce como "opiniones inquietantes o hirientes"; esta opinión estaría protegida constitucionalmente por la libertad de expresión y podría tener como contenido incluso la ironía, la sátira o la burla.

(http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/decoin/cont/3/art/art1.pdf)


Según lo anterior, si voy y le digo a un policía: "Hola, ¿cómo está usted, supuesto agente del orden?", éste realizaría un acto ilegal al llevarme detenida por eso. Sucedió exactamente lo mismo con Andrés Leonardo, ya que al gritar "espurio" expresó una opinión y no un insulto. Aquí, claro, ya entramos en terrenos hermenéuticos. Obviamente su enano presidente (y ustedes con él) se siente humillado y herido en su amor propio (eso significa insultar u ofender) cada vez que alguien le recuerda su origen ilegítimo (por algo será...), pero eso no implica que la opinión de Andrés sobre el origen fraudulento del enano (expresada en la palabra "espurio") conllevara la intención de romperle su corazoncito, aparte del puro y llano hecho de manifestar su juicio sobre un tema que considera cuestionable.

Si usted, cuando tenía enfrente a López Obrador y él era jefe de gobierno, le hubiera dicho "espurio" (jajaja) sin la intención de agredirlo o insultarlo, no tendrían por qué haberlo reprimido. Si en cambio, usted le hubiera dicho lo que yo pienso de su presidente, es decir "pendejo chaparro inepto" (jajaja), otra hubiera sido la historia. Es IMPOSIBLE que compruebe a nivel semántico que "espurio" es un insulto.

Luego dice: "SI EL PRESIDENTE ES ESPURIO, NO HUBIERA ACEPTADO EL 'REGALITO'". En primer lugar, como bien dice, el espurio es el presidente, NO EL REGALO; este último es un reconocimiento absolutamente merecido por Andrés que, por otro lado, no decidió otorgarle el Ejecutivo espurio, sino un jurado, y cuya entrega por parte de los funcionarios es un acto meramente simbólico. En segundo lugar, por tercera ocasión le repito: EL DINERO DE BECAS, ESTÍMULOS, APOYOS, PREMIOS, ETC., NO ES DE LA CARTERA DEL ENANO. Es dinero que se destina desde el presupuesto de egresos a cada dependencia y es DINERO PÚBLICO, es decir, recaudado mediante las APORTACIONES DE LOS CONTRIBUYENTES. Si entiende todo esto (yo creo que sí, pero igual puede hacer como que no...), hágame el favor de decirme dónde está la contradicción entre aceptar un premio nacional y decirle espurio al presidente espurio.

Además de que, por otro lado, Andrés acaba de donar el dinero del premio para apoyar a instituciones educativas como la UNAM. ¡Qué incongruente que es!

Sobre el papá de Andrés, sinceramente desconozco su edad, y menos cuánto conoce o si tiene alguna relación con la masacre del 68. Si usted lo sabe, le agradecería que lo publicara. Lo que según esto "queremos" hacerle a Luis Echeverría, es tanto por genocida como por llevar a la miseria a millones de mexicanos, como usted plantea. Pablo Gómez acaba de sacar un libro con su versión de los hechos del 68, y muchos de los líderes estudiantiles de aquella época también han declarado lo que vieron. El ídolo de su blog Luis González de Alba, por ejemplo... y usted lo ve y tampoco le va a encontrar un solo rasguño. Qué bueno que estén aquí para contarnos lo que sucedió, no como los otros 300 muertos según informes de la CIA.

"Una cosa es seguridad y otra es la libertad", dice. Pero luego usted mismo las relaciona como yo lo hice: "Ciertamente la inseguridad ha coartado ciertas libertades, sobre todo la de movimiento". En su post anterior, había hablado genéricamente de la "libertad", pero ahora admite que al menos carecemos de "un tipo" de libertad debido a la inseguridad. ¿Entonces? El tema de la libertad de imprenta creo que ya lo habíamos tocado anteriormente, y le mencionaba en este sexenio los casos de Carmen Aristegui y de Monitor, que no quiso dar por válidos porque... no quiso. Para contrastar su opinión, que definitivamente no comparto (me parece que la censura que ha existido en varios regímenes socialistas simplemente ha sido destacada machaconamente por difusiones muy parciales, y la censura en los regímenes capitalistas y de derecha más bien ha sido ignorada), le transcribo aquí algunas declaraciones de Miguel Ángel Granados Chapa al recibir la medalla Belisario Domínguez:

Una vez que recibió la medalla Belisario Domínguez en su edición 2008 y el reconocimiento de los tres poderes de la Unión, el periodista Miguel Ángel Granados Chapa advirtió sobre el crecimiento de “tendencias al autoritarismo, a la criminalización de la protesta social, a la guerra sucia enderezada no sólo contra los opositores al régimen, sino contra ciudadanos en reclamo de sus derechos”.

Ante el jefe del Ejecutivo federal, Felipe Calderón, que ayer asistió exclusivamente como testigo de honor, ya que fue el presidente de la mesa directiva, el panista Gustavo Madero, quien entregó la presea al galardonado, el maestro Granados Chapa reivindicó las movilizaciones sociales, demandó fortalecer las libertades públicas y emitir una ley de amnistía “que haga salir de las cárceles a los presos políticos que hoy mismo, como en los peores tiempos del autoritarismo, padecen prisión injusta”.

(http://www.jornada.unam.mx/2008/10/08/index.php?section=politica&article=008n1pol)


Obviamente, él tampoco opina lo mismo que usted.

También olvidé pedirle de favor al principio, por cierto, que no repita como autómata lugares comunes como el de que "los titulos nobiliarios del México Independiente se sustituyeron por licenciados y doctores". Mi admiración por las personas que dedican su vida al estudio y al conocimiento no tiene ningúna relación con la lisonjería que existía antiguamente hacia la clase noble, ya que los "títulos" de unas y otros no se refieren a lo mismo. Usted, en cambio, sin una pizca de humildad y haciendo gala de sus prejuicios sociales, se expresaba sobre el doctor Gómez como "el chairo de tu padre" (dirigiéndose a Andrés), y por eso le escribí aquello de "DOCTOR PROFESOR DE LA FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS 'chairo' para usted, por favor".

Ahora, ya que toca el tema de los títulos nobiliarios, me parece que su indignación por las "ofensas" al "presidente de la república" rayan más en esa lisonjería hacia las etiquetas nobiliarias (que heredaban títulos y cargos, prácticamente igual que la clase política de estos días), que el entusiasmo que yo profeso hacia las personas que trabajan y se esfuerzan por conseguir un posgrado.

"Centralizan su pensamiento a una sola premisa: La izquierda está bien, la derecha está mal. Entonces, así tengan Doctorado en grado Suma Cum Laude por la Universidad de la Sorbona de París, de nada le sirve con esa estrechez mental que los caracteriza". Yo podría decir, por los textos de su autoría que he leído, que usted centraliza su pensamiento EN una sola premisa: la izquierda está mal, la derecha está bien. No sé qué estudios tenga. El papá de Andrés es doctor por la Sorbona.

Por otro lado, casi todo el tiempo especula sobre las ideas y la manera de pensar de Andrés Gómez, sin ninguna base para sus afirmaciones. Dice que gente como él defiende "los sistemas socialistas como los que han llevado la justicia social a su pueblo". En su página de hi5, él expresa lo siguiente:

El hecho de que HISTÓRICAMENTE NO HA HABIDO UNA SOCIEDAD EQUITATIVA, no represiva, democrática y que respete la diversidad (humana, ideológico, ecológica, etc.), no implica que no exista un modelo social que cumpla esto, sino que no se ha descubierto (o que si se descubrió, no se ha logrado establecer), la idea sería descibrirlo.


En su opinión, al parecer, no ha habido ni un sólo sistema que haya llevado la justicia social al pueblo (incluyendo desde luego a los socialistas, aunque en mi opinión, hay de injusticias sociales a INJUSTICIAS SOCIALES...). Ahora, le diré por qué la lógica con respecto a la generalización que hace usted sobre el pensamiento de izquierda es deficiente: toda su disertación sobre los crímenes de los estados socialistas del siglo XX (¿evadirlo? No tendría por qué, dado que no soy panista y sé perfectamente que son hechos históricos que no se pueden negar) no implica, por donde quiera que se le busque, que la solución -o lo que sí representa "la panacea"- es el capitalismo neoliberal. Me parece más que evidente la actual crisis provocada por ese sistema político-económico al que usted considera "la onda" y que nos está llevando a la chingada a todos, incluyéndolo, aunque no tengamos nada que ver. Los pobres de este país no harán sino aumentar hasta desfallecer, igual que fueron muertos opositores a los regímenes socialistas que menciona. Nada más que las víctimas del neoliberalismo mueren lenta y dolorosamente, DE HAMBRE.

Lo malo de los gringos y "sus pedos" es que nos llevan a todos entre las patas. Yo a eso le llamo pendejez injusta, porque no pedimos que nos rigieran, pero la vamos a tener que pagar, y muchos con su vida.

El que haya ido a Cuba no significa que usted sí haya vivido un régimen socialista de cerca. Ir a Cuba como turista y ver postales de autos de Detroit es lo mismo. Sin embargo, ya lo he dicho antes (como dije, espero que esta vez sí lea bien): no estoy de acuerdo con muchas cosas del gobierno cubano, aunque con muchas otras sí. No lo defiendo a capa y espada... así como no creo que usted se atreva a defender la dictadura de Pinochet, la de Francisco Franco o la de Hitler, todos ellos de DERECHA (bueno, a estas alturas ya nada me sorprende...). Andrés Gómez NO ha mencionado nada al respecto ni tiene nada que ver con toda esta argumentación, excepto lo que usted SUPONE.

"Pues si lo supiera, no andaría apoyando al engendro de los que porvocaron esas crisis. ¿Necesitan otra docena trágica para que entiendan de que está hecho López Obrador?" Nuevamente conjeturas y prejuicios. ¿Tiene algo que se acerque más a un argumento? "Alguién que odia no puede gobernar, no debe gobernar. Un verdadero lider gobierna para TODOS." ¿No le parecen palabras de odio: "López Obrador es un peligro para México"? ¿"Renegados"? "Chairos"?

Lo de "primero los pobres" ya lo habíamos discutido también. Es estúpido polemizar sobre si los pobres merecen oportunidades de desarrollo condicionadas a "si son güevones o no". El día en que TODOS tengan la posibilidad de asistir a la escuela, desde la primaria hasta la universidad; que TODOS tengan con qué alimentarse y vestirse, y dónde vivir, entonces ya nos ponemos a ver quién es güevón y quién no. Se debe poner en primer lugar a quien NECESITA QUE SE LE PONGA EN PRIMER LUGAR. Ya me imagino a Slim, Servitje y anexas yendo a recibir su apoyo bimestral de "Vivir mejor". Por otro lado, uh sí, no mame, cómo se soban el lomo y se rompen la espalda trabajando los dueños de las empresas, qué trabajo tan esforzado y admirable de nada más sentarse en sus yates o sus islas privadas a rascarse la panza mientras sus miles de esclavos se joden para hacerlos todavía más ricos.

"Pues los ídolos revolucionarios del Peje de quien ha tomado todas las ideas económicas y políticas quebraron al áís en 12 años". Ah, pues mire lo que son las cosas: el enano espurio se está fusilando varias de las medidas para paliar la crisis económica que propuso El Peje, nada más que en versión light y privatizadora. ¿O sea que LEA y JLP son los "ídolos revolucionarios" del lepton Calderón? ¿Acaso no eran esas propuestas "un peligro para México"?

¿¿Salinas el mejor de los presidentes?? Sólo que lo diga por la MEGA-CRISIS EN CIERNES que le heredó a Zedillo en 1994, ¿verdad? No, pos sí... Ah, y ahora resulta que la miseria la causan los líderes campesinos y obreros, y no el pendejo encargado de la secretaría de Agricultura, o el del Trabajo, o el pendejo que puso a ambos dos, por la pésima distribución "involuntaria" de los recursos hacia esos sectores para que los acaparen caciques, quienes por cierto, devuelven el favor en los procesos electorales. ¡Qué casualidad! Además, desde luego, nada tienen que ver con la miseria del país los MILES DE MILLONES que la Secretaría de Hacienda condona o más bien LES REGALA a los grandes empresarios en impuestos, con los bonitos nombres de "fomento a la inversión" o "impuestos diferidos" (que NUNCA se pagan), cuando lo que debería hacer es COBRARLES. Pero no, qué va, esos miles de millones ni nos hacen falta. Ni tampoco los miles de millones que se van en los pequeños sueldazos de los altos funcionarios y burocracia, en sus seguros de gastos médicos mayores (es que es muy benéfico para el país que los pinches parásitos tengan una mejor atención médica que todos los demás), en las pensiones de expresidentes, en los merecidísimos bonos de fin de año de los funcionarios, en sus celulares, automóviles, ropa, peluquería, viajes, etc. No, qué va, esos millones que se los queden, verdad Cerdo? Lo que nos hace falta es que le hagan una auditoría a las organizaciones "comunistoides" y "socialistoides", que son las que de verdad se han robado todo el dinero del erario, porque como las apoya mucho el gobierno de derecha, se quedan con todos los recursos y subsidios destinados a ese "sector" y nos tienen a tooodo el resto del país viviendo en la crisis perpetua...

Y yo que creí que Foxilandia, el país de la persona más pendeja en la historia de la humanidad (Vicente Fox), había muerto...

Los legisladores de izquierda a todo dicen que no.... ¿A eso se reduce, así de simple es? ¿Deberían, según usted, decir a todo que sí, como si todo lo que propusiera la derecha fuera el único camino y "la panacea"? Y luego acusa a otros de centrar su pensamiento en estrecheces. También la derecha a todo dice que no cuando se trata de propuestas de la izquierda. A menos, claro, que se las fusile y las presente como suyas, como en el caso de su amado enano con respecto al pago de los pidiregas y la construcción de una refinería (nosotros habíamos propuesto tres, con el dinero de los excedentes petroleros desde que el enano usurpó la presidencia y que quién sabe a dónde chingados fueron a parar). Esto se pudo haber hecho desde hace tiempo, pero el pendejete enano se hizo el que la virgen le hablaba hasta apenas ayer, y con un plan bastante cucho, porque ni siquiera para copiar es bueno. Ya se le había advertido con anticipación sobre la actual crisis, precisamente, DESDE LA IZQUIERDA.

"Los generadores de empleos son los empresarios, chicos, medianos y grandes". De nuevo, nótese lo cuadrado del pensamiento. ¿O sea que si no existieran los empresarios, no habría vida humana en el planeta? Como diría el doctor House: "Por favor, no repitas frases estúpidas!!". ¿Y si todos recibieramos la misma cantidad de beneficios, que se distribuyeran de forma equitativa? ¿Y si no le tuviera que trabajar yo a otra persona (SOMOS IGUALES, CARAJO, POR QUÉ TENGO QUE TRABAJAR YO PARA ELLA, O ELLA PARA MÍ???!!), sino que todos trabajaramos por igual y repartiéramos el producto del trabajo por igual?

Lo dicho: los derechistas son esclavos que aman ser esclavos... Me pregunto si no les habrán lavado el cerebro con hipnopedia, como en "Un mundo feliz"...

Ahora, que yo sepa, la izquierda mexicana no está en contra de la participación de la IP para invertir en el país, sino que lo haga en el sector estratégico más importante de la economía, que es el del petróleo, y que además está prohibido por la Constitución debido a lo mismo. Si utilizamos la infantil metáfora de Georgina Kessel sobre Pemex y la "señora de los jugos", ¿no sería de lo más PENDEJO que, si la señora tiene para comprarse un extractor de jugos, en vez de adquirirlo y luego recuperar su propia inversión con la venta de jugos, le esté pagando renta diaria a algún gringo nomás por usar el extractor? Pongamos otra metáfora: ¿no sería una total pendejada que, teniendo yo las posibilidades económicas de construir un local comercial en mi casa (ubicada en un lugar atractivo para el consumo), rentara un local ajeno para instalar un negocio "x"? Pues eso es lo que propone su enano presidente y a lo que nos oponemos. El Estado es quien debe invertir en PEMEX, para que todas las ganancias del producto manufacturado del petróleo beneficien a su población, y no seamos un mero productor de materia prima (esclavo que le trabaja a otros, como a ustedes les gusta).

Ahora, si me lo pregunta, en lo personal yo soy más radical y estoy en contra del sistema capitalista en su totalidad, pero no es el caso de AMLO y la izquierda electoral en México. Aún así, apoyo al Peje y a su movimiento porque creo que el cambio que me gustaría ver no se va a dar de un día para otro, y por desgracia quizá no se dé nunca, de modo que me quedo con lo que más se le acerque.

Lo que ellos proponen para fomentar la generación de empleos es balancear la inversión productiva con la inversión social, recortar los gastos superfluos del gobierno precisamente para apoyar dichas inversiones, otorgar créditos y apoyos a PyMEs y cooperativas, modernizar a Pemex pero NOSOTROS LOS MEXICANOS, aumentar los apoyos a la educación (muy especialmente a las universidades) y la investigación, y crear una ley de precios competitivos, entre muchas otras.

¿Alguna objeción?

"Es muy fácil ser comunista viviendo en París". Nomás que Andrés Gómez sólo está momentáneamente viviendo en el extranjero, ha desarrollado su forma de pensar EN MÉXICO, y ni usted ni yo sabemos si es comunista o no, a menos que quiera aplicar la rídicula y añeja generalización de la derecha de que toda la gente que tiende a la izquierda es comunista.

"Y en la Universidad de la Habana, egresan muy bienos matemáticos que inexplicablemente se fugan a EEUU para trabajar en Hewlett Packard o en Microsoft, ¿me lo puedes explicar?". Supongo que porque sucede la misma fuga de cerebros que aquí. Pero qué bueno que reconozca los grandes avances en educación que existen en Cuba.

Por cierto, lo exculpo de una vez de mandarme sus datos personales para que se disculpe... Le tengo noticias sobre las manifestaciones represoras del enano: 1) están encarcelados varios dirigentes de Atenco, la APPO, y miembros del EZLN, así como otros líderes sociales; 2) están desaparecidos dos miembros del EPR, ya ve que Mouriño dijo que sí los buscaban, nomás que el EPR dejara de ser EPR; 3) reprimió Calderón en cierta ocasión a indígenas mazahuas que le reclamaban por falta de agua; 4) el mismo día que Andrés le dijo espurio al espurio, en Chiapas la PFP ejecutaba a seis campesinos que protestaban en la zona arqueológica de Chinkultik; 5) ayer en Morelos la policía puso en estado de sitio y reprimió en el poblado de Xoxocotla, por las protestas del movimiento magisterial... ¿Quiere más, o le paramos? Ya sé que me va a salir con que eran "delincuentes" y la manga del muerto. Quiero PRUEBAS de que eran delincuentes, narcotraficantes, terroristas y todas esas jaladas que ustedes le adjudican sin fundamento a toda protesta social por el mero hecho de serlo.

Hasta eso, el enano podrá ser un pendejo descerebrado, pero quienes lo mangonean no son tan tontos y saben que sería DEMASIADO OBVIO reprimir a alguien como Víctor Hernández o Fernández Noroña. Para su desgracia, estamos en la era de la información, a diferencia de antaño, y sus violaciones a los derechos humanos de gente que no es tan reconocida se llegan a saber, aunque siempre se tratan de justificar y minimizar los hechos aprovechándose precisamente de la poca fama de aquellos a quienes reprimen.

¿Los panistas, izquierdistas? Válgame el señor, ahora sí me hizo reír!!! Por lo que dice, a usted el panismo le parece demasiado suave para reprimir (aun con lo que ya mencioné), y prefiere los métodos fascistas de la ultraderecha sinarquista. No, pues ya veo que es usted "pacífico entre los pacíficos". El Estado nomás debe intervenir cuando la haga de policía, no? Pero para lo demás, que no se meta. Qué sangrienta... digo, qué padre su concepción de Estado (guiño, codazo...).

Aquello del paternalismo del Estado es un mito que ya ni ustedes se creen. ¿Ahora resulta que los subsidios a cuestiones de primera necesidad para la población crea gente irresponsable, y la devolución millonaria de impuestos (subsidio de élite) es una acción muy responsable? De verdad, quién sabe en dónde demonios vive usted, porque en la realidad,definitivamente no. Que se preocupen y se apuren las clases medias y bajas, que son la mayoría... Porque no habrá subsidios ni oportunidades para ellos, porque si pertenecen a las clases media y baja es que de seguro son unos güevones que no han trabajado como Slim, verdad?

Luego por qué les dice una a ustedes egoístas y que no ven más allá de sus narices... Ayer un taxista viejito me platicaba en el trayecto que desde hace un año trabaja más horas y gana mucho menos dinero con su taxi, y que con todo lo cara que está la vida "a veces ya no sé qué hacer y me dan ganas de chillar...".

Pero con seguridad eso le pasa por güevón y porque quiere que "papá gobierno" (otra de esas consignas borregas que repiten como pericos TOOOOOOOOOOODOS los derechistas, como "tabú", "populismo", "modernidad", etc.) venga a manejar el taxi por él y nada más estar rascándose el ombligo en su casa... Y si protesta, pues ya de una vez que lo maten y así se acaba su pobreza, ¿no? Porque si lo encarcelan, lo vamos a estar manteniendo, ¿y nosotros por qué?

"¿porque no le exigen a Dante Delgado, a Pablo Gómez o a cualquier otro miembro del Consejo General de Huelga que convenientemente salió caminando y sin ningún rasguño del mitin, que nos hablen de frente, con la verdad, acerca de las armas que recibían via la Habana o vía Moscú?".


Ya le dije: 1) Pregúntele usted a Luis González de Alba. 2) ¿Tiene algo que pruebe esa ficción suya? Porque yo tengo declaraciones de la CIA donde dice que no tiene evidencia sólida de la conexión entre el movimiento estudiantil y el comunismo internacional, aunque Díaz Ordaz jurara y perjurara que sí.

"George, ¿nunca e ha pasado por la mente que los tiradores del tercer piso pudieron ser ultra izquierdas? ¿sinceramente crees que no pudo ser un acto provocado por los propios lidercillos para demostrale al mundo en vísperas de la olimpiada que el gobierno es un represor? No se, pero veo que ocurre hoy en día, como los macheteros de Atenco o los Sappos, provocando a ver si les dan una madriza para justificar que 'el gobierno es un represor'".


Sí me ha pasado por la cabeza, pero como la ÚLTIMA de las probabilidades de lo que en verdad sucedió ese día (pudieron haber disparado seres extraterrestres, qué se yo). Dudo muchísimo que hayan sido los propios estudiantes porque: 1) Si lo que querían, como dice el burro de Luis Pazos, era reanimar al movimiento que "estaba decaído", no creo que asesinar a los "pocos" militantes que les quedaban fuera el mejor plan a seguir; 2) La "estrategia", según ustedes, para darle nuevos bríos al movimiento estudiantil curiosamente logró todo lo contrario: lo apagó de golpe y el gobierno se quitó esa piedrota del zapato. No hace falta ser muy inteligente para darse cuenta de quién es más probable que haya planeado dicha "estrategia" para beneficiarse; 3) Las declaraciones del general Marcelino Barragán, secretario de la Defensa en aquella época, confirmaron que no fueron ni el ejército ni los estudiantes quienes iniciaron las agresiones ese día, sino un grupo de élite del Estado Mayor Presidencial dispuesto específicamente con ese fin.

Me gusta dudar y analizar, no hacer suposiciones ilógicas, incoherentes y sin sustento.

"Salir con minifalda no es un acto de agresión hacia el violador". Los violadores no lo consideran así. Para ellos, así como para la Iglesia Católica, son claros actos de provocación. O sea que las mujeres violadas han provocado que las violen. Es EXACTAMENTE su misma lógica, Cerdo Panadero. Si un "mugroso, maloliente cholo" patea, ¿prende?, y grafitea el escudo de un granadero (uy, me encanta hacer eso cuando asisto a manifestaciones y protestas pacíficas), merece que lo golpeen, torturen, encarcelen y hasta que lo maten. Pues sí, ya me imagino lo que habrá sufrido el pobrecito escudo del granadero, verdad?

(según la primera acepción de la RAE: "inteligencia. (Del lat. intelligentia). 1. f. Capacidad de entender o comprender"... Aquí mismo se nota a nivel textual quién tiene capacidad de intelección y quién no)...

Y ¿la segunda acepción que dice? te ayudo:
http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=inteligencia

Esa si ya la sentí por joder, hijo, por joder.


La segunda acepción de la RAE se relaciona directamente con la primera. Para resolver un problema complejo, necesitas primero comprenderlo o INTELIGIRLO. Laika no hacía eso.

Sobre las mayorías absolutas y relativas, jamás he dicho que El Peje ganó con una mayoría absoluta. Ningún funcionario, de hecho, ha ganado de esa manera, ni Vicente Fox en el 2000. Ahora bien, cuando decimos que el pueblo apoya a López Obrador, nos referimos a la gente de más escasos recursos, que es la mayoría. Sería absurdo decir que toooooda la población de México está con el Peje, tan absurdo como cuando dicen que toooooda la población de México es católica.

Una buena parte del país, quienes estamos hartos de la pendejez y corrupción del enano, sí apoyamos a AMLO. Y lamento decírselo (jajaja), pero no somos pocos.

Ahora, ¿por qué no pone USTED a trabajar a sus güevones legisladores y a su güevón presidente para TODO MÉXICO y no nada más para quienes lo tienen todo? A ver, vaya a moverles sus manecitas para que trabajen!! ¿Por qué no impulsan ellos esa segunda vuelta electoral? ¿Por qué no impulsan el plebiscito y el referendum? ¿Por qué no impulsan una verdadera ley indígena? ¿La reforma de medios que tanto ha pedido Javier Corral? ¿Una ley de precios competitivos como la que presentó el Gobierno Legítimo? Ya quedó más que explícito quiénes son los verdaderos GÜEVONES.

Yo no defiendo la dizque reforma electoral aprobada tanto por PAN y PRI como por PRD. Este último conoce perfectamente nuestra inconformidad con el 2006; ya si se hacen patos, pagarán los platos rotos en las próximas elecciones, como en Guerrero. Los que por más que nos manifestamos siempre hacen como que ni nos ven, ni nos oyen, son los otros.

Usted también ejerza sus derechos constitucionales del artículo 8 y vaya a decirle a sus diputadetes del PAN (si es que no están tomando y haciendo trampa en sus cursillos fake en Harvard que nos cuestan cientos de miles de pesos A NOSOTROS, NO AL ENANO) que legislen UNA REFORMA DEL ESTADO EFECTIVA, para que haya democracia de verdad y no simulada, donde la gente pendeja piensa que es muy "civilizada" y "progresista" nomás porque va a poner su papelito en una caja... No la DEMOCRÁCIA PARA IMBÉCILES que tenemos ahora, y con la que usted al parecer está muy a gusto.

Echeverría decía que sus "mítines" (¿?) eran para "llevarle al pueblo el progreso tan necesario, heredados de nuestra Revolución Mexicana"... Mmm... Sigo sin hallar una sola similitud con AMLO o con su discurso.

Sobre Camacho Solís y los otros colaboradores de López Obrador, no sé qué espera que diga. Ya he comentado varias veces antes que no me parece bien que tengan funciones (mínimas, eso sí) de mando en el movimiento. A mí no "se me atora el cogote" ni nada por el estilo, hasta ahora esa gente no ha pervertido ni contaminado el espíritu de la protesta que realizamos, así que mientras no muestre el cobre (si es que en verdad lo tiene), no me importa lo que hagan con sus vidas. Yo estoy en este movimiento porque he llegado, mediante análisis y reflexión propios, a conclusiones y objetivos comunes con él. Por supuesto que no estoy 100% de acuerdo con todo lo que digan o hagan en el movimiento, AMLO incluido... Ni que fuera yo panista!!!

(o sea que si los representantes deciden que la soberanía de la nación reside exculsivamente en ellos mismos, ¿también están ejerciendo la soberanía que radica en el pueblo?...

Perdón, pero yo no redacté la constitución, ¿no te parece? Pues ahora que tu diputado del PRD regrese de Las Vegas, le planteas este otro problema.


¿La Constitución dice que los representantes del pueblo pueden imponerse unilateralmente a la población, y decidir, si se les pega su regalada gana, por ejemplo el establecimiento de una monarquía en México? ¿Y eso le encanta? Claro que no redactó la Constitución, ni yo tampoco, pero para usted ese "coso" en el que no tuvo la más mínima participación merece una deferencia quasi divina, lo cual, discúlpeme que se lo diga, se me hace de lo más bobo. Hasta su ex (amigo) Manuel Espino ha dicho que lo legal no necesariamente es ético. Por desgracia, mis diputados son del PAN, así que igual que usted, no ven paradojas como la que planteé, y también como usted, le sacan la vuelta.

Por eso es más fácil que yo espere a mi diputado (panista) "regresar de Las Vegas" y hablarle de una segunda vuelta electoral, a que usted comprenda la necesidad de una reforma del Estado y se la exija a sus bienamados diputables y al espurio.

Todo comentario será bien recibido en esta dirección: anarquistadelasletras@gmail.com. El que tenga ojos para entender, QUE LEA. Saludos!!

Una razón más para apoyar a la izquierda libre en el 2008.