Luego les digo de quién es porque si no se acuerdan de la retórica, de que no saben qué es retórica, y les da flojera y… lean:
¿Quiere entrevistas?
¿Qué quiere ahora Andrés Manuel López Obrador?
Escudado en su sofistería (tómala!! Para que no se anden con marrullerías, ¡¡¿qué tal el súper concepto lógico?!!) del “cerco informativo”, le pide a la radio y la televisión que le abran espacio “para dar a conocer nuestra posición sobre el despojo de nuestro petróleo”. Despojo que estaría pergeñando “una minoría rapaz que quiere apropiarse de bienes y recursos de todos los mexicanos”.
Luego amenaza: “El despojo del petróleo dejaría latente el riesgo de una confrontación violenta” (Amenaza, pero no de su parte, Cirito.)
El discurso es más de lo mismo (lo bueno que el enano no siempre dice más de lo mismo): la lucha del pueblo bueno contra la siniestra conspiración de las fuerzas corruptoras (nooo!! Qué va!! Si el pueblo es un tirano, hay que acabar con él, para que el gobierno tan bueno y noble pueda tomar dinero ajeno a su gusto); el dilema, el de costumbre: soy yo o es la violencia (lo curioso es que robar no se les hace violencia, pero manifestarse sí). Lo novedoso es que López Obrador quiere volver a salir en radio y televisión (¿por qué será? Cierto, perdón, eso no importa), algo que podría darse en tres modalidades.
La primera sería aprovechar mejor los tiempos oficiales del PRD, PT y Convergencia. No mandaría cartas para ello. Olvídenla. (¡¡Cuánta lucidez!!)
La segunda iría a contrapelo de las nuevas leyes electorales: aunque los políticos tienen prohibido hacer proselitismo en los medios electrónicos, se haría una excepción con él, pues va a salvar a México del saqueo y la violencia. Olvídenla. (Me pregunto cuál será su definición de proselitismo, teniendo en cuenta que: 1) No estamos en tiempos electorales; 2) López Obrador no es candidato de nada… Si proselitismo es comentar temas de política nacional en televisión, él y otros lo hacen todo el tiempo…)
Queda una tercera: la esgrima periodística. Es una opción a la que él, y sólo él, se ha negado desde hace año y medio, cuando decidió conceder entrevistas únicamente a quienes le garantizaran cero cuestionamiento y un mínimo de interrupciones (como López Dóriga…).
¿Está dispuesto hoy a ir al cara a cara con periodistas “vendidos y traidores a la patria” que lo tratarán con respeto profesional, pero sin las devociones ni el quietismo a que lo acostumbraron sus plumas y voces adictas? (¿Eh? ¿Adictas? ¿Cómo yo? (jajajaja!!!))
Pronto lo sabremos. Y quizá así sea, porque eso parece dictarle su estrategia. Y porque ya debe extrañar la radio y, sobre todo, la tele. (Si a mí que estoy en su movimiento, no me incumben sus emociones personales, ¿por qué a ti sí?)
(Uy, guau, está cabrón con sus críticas este hombre Ciro G. M.…)
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Agrega López Dóriga en el mismo diario de circulación nacional:
Lo que debo apuntar es que MILENIO Diario ha sido, con La Jornada, el único medio impreso que cubre e informa día a día de sus actividades (de AMLO). En cuanto a Televisa, puedo afirmar que se le ha invitado y siempre se ha negado; lo mismo ocurre en Radio Fórmula, donde la más reciente petición la hice personalmente hace 12 días a través de su coordinador de medios, César Yáñez, a quien el mismo López Obrador remite para que los dueños se pongan de acuerdo para sus espacios.
Y cito estos tres casos, MILENIO, Televisa y Radio Fórmula, porque es donde trabajo, y a cuyos directivos les ha enviado las peticiones del espacio que ya le han ofrecido y que ha rechazado permanentemente en una estrategia de endosar a los medios todas las culpas. La mediocracia, que dice.
(Bueno, pues ya ven, diosito los escuchó y se les va a hacer. ¡Qué emoción que les da!)
Una razón más para ningunear al enano en el 2008.
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