Ya no me quedó claro cual de mis textos estaba usted refutando, pero igual sigamos...
Comenzaré diciendo que estoy completamente de acuerdo con lo que decía su profesor en la facultad: "LA PRESUNCIÓN ES LA MADRE DE TODAS LAS PENDEJADAS", y vamos, ya es un avance estar de acuerdo en eso, ¿no lo cree? Para mí es terrible vivir en un mundo capitalista donde hay pocas personas estratosféricamente ricas que permiten y propician que haya millones de personas estratosféricamente pobres, y que de la misma magnitud sea el egoísmo y estupidez de las primeras en cuanto a querer acumular excesivamente dinero y objetos que a final de cuentas no tienen más valor que el que ellas, en toda su vulgaridad y pendejez, les quieran dar. Es más terrible aún -y triste, por cierto- ver cuánta gente apologa ese sistema de cosas y permite que exista la gente estúpida y egoísta que he mencionado, con lo cual ya no sé quién es peor y más miserable.
Pero volviendo al dicho de su profesor... Híjole, espero que no me tome a mal esto, pero cuando dice "el señor (Julio Scherer) se llenó de resentimiento hacia el sistema y perdió la objetividad, convirtiéndose en un acusador sistemático del gobierno" ESTÁ PRESUMIENDO algo de lo que no tiene la certeza, ni siquiera una deducción o inferencia lógica. Si el gobierno que le hizo la "chingadera" fue el de Echeverría, ¿por qué iba a tener una actitud de revanchismo hacia TODOS sus sucesores, incluidos los gobiernos del PAN? No tiene ninguna lógica eso que usted dice. Por el contrario, sí la tiene el que Julio Scherer siempre haya tenido una postura crítica hacia los regímenes de gobierno anti-democráticos que han encabezado tanto PRI como PAN, y que POR ESO Echeverría lo censurara, a pesar de lo cual Scherer ha continuado con la postura mencionada en sus expresiones periodísticas. Es decir, nada que ver lo del resentimiento y la revancha. Por otro lado, no entiendo por qué los panistas siempre tienen la idea de que los funcionarios (electos o impuestos) son dueños o propietarios del presupuesto, e incluso, de la institución en la que ejercen un cargo. El enano NO ES DUEÑO DE LA PRESIDENCIA, cerdo, fue impuesto en ese cargo (electo según ustedes, para este caso es lo mismo), y por lo tanto no puede hacer lo que se le dé la gana con el dinero del presupuesto (claro, estoy hablando de cómo debieran ser las cosas, no de como son en la realidad). De modo que tiene la obligación de ser IMPARCIAL y no CENSOR en cuanto a la publicidad oficial. Es como lo que me decía cierto familiar panista que tengo: "Si Ebrard no reconoce a Calderón como presidente, que no le dé dinero, a ver, que se lo dé el presidente legítimo". Como si el dinero fuera de Calderón; como si lo fuera a emplear Ebrard para sí mismo (de nuevo, me refiero a lo que debería ser). Así de infantiles son esos "razonamientos".
Cuando mencioné la demanda de Martha Sahagún contra Proceso, no recuerdo haber argumentado que ella no tuviera derecho de proteger su vida privada, derecho que, como bien dices, tenemos todos. En mi post pasado decía que me sorprende cómo los panistas evitan muchas veces (la mayoría) preguntarse el porqué de las cosas (por eso entiendo que un 99% de los estudiantes de filosofía no son panistas). No tenía que ver mi argumento con ese derecho a la privacidad, ni con que haya ganado o perdido la demanda, sino con las razones por las cuales la llevó a cabo, y además, con el contexto: la esposa del presidente en turno, con TREMENDA influencia en él, y por lo tanto, con una importante posición de PODER no oficial. ¿Será necesario explicarlo con peras y manzanitas?
Le daré más ejemplos de presunción (por no decir de suposiciones absurdas), cerdo:
1) Decir que el "role model" del Peje es Echeverría... mmm... ¿como por qué?
2) Decir que Fox y Calderón no han censurado porque no "expropian" periódicos, como si no hubiera formas más sutiles de censura hoy en día.
3) Decir que TODOS los miembros del movimiento de izquierda en México tenemos "puestas nuestras miras y esperanzas" en Cuba y países con gobiernos similares. Perdón, pero... ¿de dónde lo conozco, cerdo? Cuando hacen esa clase de pseudo-ironía generalizante es cuando menos me doy por aludida (otras personas conmigo) y cuando le quitan fuerza a cualquier argumento que tengan, aunque sea por casualidad.
4) Decir que Julio Hernández va pregonando "socialismo"... ¿Me puede citar algún texto donde Julio defienda abiertamente el socialismo o se declare partidario del mismo?
5) Decir que TODOS los hombres comunes y corrientes como usted piensan igual que usted, de modo que si a usted le daba güeva Carmen Aristegui (recordé por un momento que mi madre pone desde hace años el noticiero de López Dóriga para dormir. A lo mejor él tiene "mucho" raiting por eso =P), todos debían opinar exactamente lo mismo, A PESAR DE QUE la propia empresa Prisa haya dicho que LOS NIVELES DE AUDIENCIA DE ARISTEGUI ERAN ALTOS, y que su salida se debía a razones de "incompatibilidad editorial", no de "raiting".
6) Decir que las investigaciones amplias y bien documentadas son aburridas para todo el mundo, como lo son para usted.
7) Decir que la gente de izquierda como yo, por el sólo hecho de compartir esa ideología, también comparte la del comunismo (con lo que demuestra, además, que no puede diferenciarlas y ni siquiera se da por enterado que, por el SIMPLE hecho de tener denominaciones distintas, representan IDEAS DISTINTAS, específicas... si no, ¿para qué darles dos nombres? Piense, se lo ruego encarecidamente), y que por lo mismo, no entendemos nada de la economía de mercado, como si los que comulgan con el PAN, la derecha, la ultraderecha, el centro-derecha, el neoliberalismo y demás, fueran mutantes y tuvieran alguna especie de apéndice cerebral que les pemitiera ser los únicos aptos para el conocimiento de la economía.
8) Decir que la mayoría de la gente que escucha radio es de derecha. No se lo niego, pero ¿tiene algo que lo avale aparte de sus creencias? Estaría dispuesta a concederle que la derecha se vale más de los medios electrónicos para llegar al público, y que en esa medida, atienden a ellos sus propios militantes. O sea, ya sé que le creen todito a la tele (y al radio, como usted dice). Lo deduzco, mas no lo puedo probar.
Sinceramente, lo que haga Julio Hernández con sus asuntos laborales me tiene sin el menor cuidado. No veo por qué habría de creer todo ese asunto de Julio y el reportero que despidió de La Jornada de San Luis, cuando nada me indica que el reportero no lo inventó para joder a Hernández aun cuando quizá su despido se debiera a otras causas, que no tenemos ni es probable que tengamos claras en el futuro. Creo que está de más discutir nimiedades como esa. Son puras presunciones, como usted dice. Su comentario sobre Sanjuana Martínez tampoco viene al caso, le puedo decir que a mi me da infinitamente más güeva prestar atención a Javier Alatorre, López Dóriga, Oscar Mario Beteta, Pedro Ferriz de Con (a estos dos en particular, son los que más sandeces expelen por emisión), José Cárdenas, etc. Yo entiendo que le sea entretenido el modelo "informativo" de chisme como el que tiene hasta Paty Chapoy, y en 15 minutos crea usted estar bien informado (como siempre dice al final López Dóriga). Sin embargo, es su opinión y definitivamente NO LA COMPARTO. Por otro lado, no sé si recuerde usted la cobertura que se le dio al asesinato de Paco Stanley por parte del duopolio televisivo... Cabrón, 24 horas de transmisión seguidas!!! Hablando de MUCHA MUCHA GÜEVA...
Los temas de Lydia Cacho y de la pederastia en México por parte de sacerdotes nunca tienen cobertura semejante a la que ha tenido ahora, por ejemplo, el proceso electoral del PRD. Y la neta, se me hacen mucho más importantes. Me gusta estar enterada a fondo de esos asuntos que me preocupan y que son de interés nacional, pero no se arma todo el alboroto en los medios como sí se hace con temas en los que se puede socavar la imagen de la izquierda. Así que 60 minutos o una hora y media, en comparación con TODO LO QUE DESPOTRICAN LOS MEDIOS en contra de sus enemigos, me parece incluso poco. Como si la realidad fuera tan simple que basta que algún güey venga y nos diga "pobrecita Lydia", y "malo, violento, López Obrador", para comprender algo de lo que sucede en la coyuntura histórica... Pero bueno, creo que estoy pidiéndole peras de reflexión y razonamiento complejo a olmos panistas...
Por cierto, los dos nos quedamos esperando a que metieran a la cárcel al góber precioso y anexas... pero bien que su presidente, el enano, andaba de hocicón en campaña diciendo que no iba a permitir la impunidad; que dizque nadie estaba por encima de la ley, así fuera el gobernador de Puebla; que se hiciera justicia; QUE IBA A EXIGIR CASTIGO PARA MARIO MARÍN, etc., etc. ¿Qué me responde a eso, cerdo?
Aunque claro, si se solaza con las injusticias impunes que genera su amadísimo "libre mercado"... ya pa' qué...
Todos, aquí y en todas partes, tenemos que trabajar para vivir, y Carmen Aristegui, por más que detente una causa política (que hasta el momento no la he escuchado tampoco declarar esa causa públicamente), también tiene que hacerlo, pero por lo menos ella realiza un periodismo crítico en la medida de sus posibilidades, cosa que no se puede decir de la mayoría de los periodistas. No veo cómo lo anterior resulte incongruente o criticable. Es como si usted, siendo abogado, recibe una súper oportunidad de trabajo en la Procuraduría y el hijo del Peje fuera su jefe indirecto. ¿La rechazaría? Me pregunto (y me contesto mentalmente lo obvio) si sus amigos panistas lo criticarían por ello... Yo no lo criticaría, pero tampoco pensaria por eso que usted ya no milita en la derecha. No vería ninguna incongruencia.
En lo personal, yo no desprecio el dinero, y no conozco a nadie de izquierda que lo desprecie. El dinero es UNA COSA (objeto). Yo puedo despreciar a las personas, no a las cosas; y sí, desprecio a las personas que anteponen el dinero a todo lo demás, incluyendo a otras personas. No sé por qué piensa que Aristegui o Solórzano, o cualquiera, deberían despreciar el dinero por el hecho de ser de izquierda (yo no los conozco y no sé si lo son, pero me imagino que sí). Lo que mucha gente de izquierda desprecia -y me incluyo- es la democratización de la ESTUPIDEZ. ¿Por qué cree que ellos escriben lo siguiente?:
CARTA III. ¿El debate nacional?
Hoy se presentó, finalmente, el proyecto de Felipe Calderón para la reforma energética. Aún no se conoce el texto, pero ya Calderón, en su mensaje a la nación, se ha encargado de depositar sus beneficios en cada uno de los hogares. El reparto de los bienes antes de saber siquiera cómo piensan obtenerlos. Pero el asunto no es cómo se organizarán las expediciones de los dueños de los bonos a las aguas profundas, sino cómo se va a proceder con el debate, en el que todos parecen estar de acuerdo, pero que Calderón lo suprimió en su mensaje y todavía se ignoran las difíciles reglas del juego. El asunto no es coyuntural, es primordial para la República y para la identificación de patriotismo con patrimonio nacional, y por eso, la prisa mostrada por el sector de Acción Nacional y exigida por Felipe Calderón, no lleva a ningún lado, a menos que se confunda el darle la voz a unos cuantos a puerta cerrada con la discusión libre y amplia que el tema y la ciudadanía merecemos.
¿Qué es el debate necesario sobre la privatización del petróleo? Es la primera gran oportunidad de que la sociedad nacional delibere sobre su gran recurso de economía y desarrollo; es el intercambio de juicios de expertos, que se acompañen de documentos probatorios; es el ejercicio de participación (opiniones y juicios) en el tema en donde todos somos lo suficientemente expertos como para saber qué le conviene y qué no a la nación, porque lo contrario sería, antes de intentar privatizar el petróleo, privatizar la decisión y, por tanto, expulsar a la inmensa mayoría de la toma de decisiones en uno de los hechos que más le afectan.
¿Cuáles son las vías para el debate? La primera es subrayar la importancia de darle a la sociedad los elementos de juicio que se le han negado históricamente (“no van a entender, es muy complicado”) y eso exige una reflexión colectiva y personal no sujeta a los tiempos legislativos.
La segunda vía es la elección de medios en dónde desplegar las discusiones. Esos medios tienen que ser por fuerza el canal del Congreso, los canales de televisión privada, la red nacional de radioemisoras y la prensa regional y nacional. Esto no es pedir demasiado porque la persuasión, el estar convencido a través de los hechos, es el gran elemento de equilibrio de la República. Corresponde al gobierno federal presentar el proyecto complementario: cómo deben darse los diálogos, de qué manera evitar los monólogos y de qué tiempos se dispondrá. Hoy, estar de espaldas al pueblo es de manera estricta estar de espaldas a televidentes, radioescuchas y lectores.
La tercera vía es la selección de las fuerzas que deben intervenir. Por supuesto, además de los partidos políticos, necesitan hacer uso de sus razones los sectores cuya actividad profesional los vincula a la industria petrolera (nadie niega la presencia de la iniciativa privada en el sector energético, pero se ha rechazado justamente el cambio del artículo 27 constitucional), los movimientos sociales, los grupos de la sociedad civil, las universidades y los centros politécnicos, los grupos indígenas, los trabajadores petroleros. A cada uno de estos grupos y sectores, le corresponderá nombrar a sus representantes.
(A este respecto, vale la pena mencionar lo dicho por Felipe Calderón, que aseguró que esta vez sí va a haber rendición de cuentas y finalizará la corrupción. Es muy interesante que de manera no tan implícita se reconozca que el primer gobierno de Acción Nacional permitió o fomentó la corrupción, tan representada según la opinión pública por el sindicato de Pemex y su líder Carlos Romero Deschamps, tan elogiado directamente por Calderón).
La cuarta vía tiene que ver con las maneras de indagar las respuestas al debate. Se puede optar por las encuestas y queda abierto el camino del referéndum, pero no se puede dar por concluido el debate sin enterarnos de sus repercusiones sociales.
La mejor manera de incorporar las preocupaciones graves y las desconfianzas profundas a propósito de la reforma energética, es abrir cauces civilizados y democráticos. En este caso, el primero de ellos es un debate nacional sistemático y sólido. Esto alejará la tentación de la violencia oficial, históricamente siempre precedida por sus redes de provocación.
Por el Comité de Intelectuales en Defensa del Petróleo
Marco Antonio Campos; Rolando Cordera; Arnaldo Córdova; Laura Esquivel; Bolívar Echeverría; Jorge Eduardo Navarrete; Víctor Flores Olea; Luis Javier Garrido; Fernando del Paso; Héctor Díaz Polanco; Margo Glantz; Antonio Gershenson; Enrique González Pedrero; Hugo Gutiérrez Vega; David Ibarra; Guadalupe Loaeza; Lorenzo Meyer;Carlos Monsiváis; Carlos Payán; Carlos Pellicer; José María Pérez Gay; Sergio Pitol; Elena Poniatowska;Ida Rodríguez Prampolini; Enrique Semo; Héctor Vasconcelos.
Claro que hay cosas más importantes que el dinero, y no creo que los panistas tengan una idea diferente. Aunque sea un lugar común, importan más la salud, la vida, la libertad, la justicia, etc., etc. ¿Usted considera más importante el dinero que todo eso?
Ahora bien, me pregunto: si, como usted dice, el Peje no garantiza el raiting, ¿por qué lo sacan a todas horas en todos los noticieros nacionales, o internacionales que se refieran a temas mexicanos, para bien o para mal (más para mal)? La neta, son cosas muy obvias que no veo cómo pueda refutar. Por otro lado, los medios electrónicos son concesionarios de bienes públicos, aunque sean negocios privados, por lo que mínimo deben garantizar la pluralidad en sus espacios dizque informativos. Es más o menos como lo de Calderón y que el dinero público no le pertenece. Así que su ley de oferta y demanda, nada que ver. Antes que cualquier ley de oferta y demanda están las leyes político-sociales (o, nuevamente, deberían estar), porque como le decía, creo que PARA TODO MUNDO LAS PERSONAS SON (O DEBERÍAN SER) MÁS IMPORTANTES QUE LAS COSAS.
A Gutiérrez Vivó nadie lo censuró, nadie lo amenazó, dice usted... Presunción, doctor cerdo...
¿Un honor que lo compare con Agustín Barrios? Claro, es que como somos los malos contra los buenos (según nosotros los de la izquierda), debí haberlo comparado con el subcomandante Marcos para que usted se ofendiera verdaderamente. Qué malos ataques personales hago contra alguien que ni conozco, pero usted en su infinita sapiencia y generosidad, sabrá disculparme. Todo lo que me dice de Venezuela y Cuba está de más si considera esto, que es lo que más nos importa (supongo), o sea lo de México: http://www.amedi.org.mx/spip.php?article553
Por cierto, no respondió a lo de la guerra sucia y Fox; no respondió a lo de la militarización del país; no respondió a las denuncias por censura que ha hecho en diversas ocasiones Javier Corral -para mi sorpresa, aún militante del PAN, y la única personalidad pública de ese partido que considero más o menos inteligente-. Nos echamos los debates que quiera, cerdo, nomás espero que me responda a lo que le cuestiono y no se salga por la tangente con nuevos temas.
En mi opinión, lo que hay en México es una dictadura neoliberal que comparte muchísimos elementos con el fascismo; no voy a negar que son sutiles y por lo mismo, hay mucha gente ingenua que no los ve, o se hace de la vista gorda y finge que no los ve. Como le digo, no sé cuál de las dos es peor.
Una razón más para apoyar a la izquierda libre en el 2008.
1 comentario:
No crea que me he olvidado de usted, pero reconoazco que para postearle necesito inspirarme. Reconozco cuando tengo un rival digno de mercerle mas atención.
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